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La baja productividad lastra la economía española, alerta el BBVA

La productividad total de los factores ha caído un 7,3% en España desde el año 2000, según un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). El dato contrasta con la situación de otras economías avanzadas, donde se han producido incrementos de dos dígitos, como es el caso de los Estados Unidos, donde ha crecido un 15,5%, o Alemania, que acumula un aumento del 11,8% en las dos últimas décadas. Precisamente, la baja productividad es el argumento que usan las patronales para reclamar incrementos más moderados del salario mínimo interprofesional. El informe también alerta que la falta de adelantos en la productividad “frena” el crecimiento del PIB por habitante y “amplía” la brecha con los países que sí que registran mejoras en su eficiencia: de hecho, la diferencia entre España y la UE-27 en términos de renta por habitante ha pasado del 2,4% en el año 2000 al 14,4% en 2022.

El estudio de la Fundación BBVA desgrana la evolución de la productividad en varios periodos. Después de los efectos devastadores de la crisis financiera de 2008, entre 2013 y 2019 la productividad española registró una “modesta mejora” acumulada del 1,2%. La tendencia alcista se interrumpió de manera repentina en 2020, año de inicio de la pandemia de la Covid-19, cuando la productividad cayó un 5,1%. En 2021 y 2022, el indicador volvió a crecer un 2,8% acumulado, a pesar de que reconoce que la recuperación es “más rápida que después de la crisis anterior”.

Costará engancharse a los niveles europeos de productividad

La remontada de la productividad posterior a las dos recesiones no es “suficiente para converger hasta los niveles europeos medios de productividad”, alerta el documento. Así, el retroceso que ha sufrido la economía española en el acumulado de los últimos 20 años contrasta con las cifras registradas en la mayoría de los países de la Unión Europea. Los autores del informe consideran que la situación del estado se explica por la evolución “poco favorable” de la productividad del trabajo y del capital. La primera, que se calcula dividiendo el PIB por el total de horas trabajadas por los ocupados, ha crecido menos en España que en otros países. En el estado la media anual es del 0,7%, por el 1,1% de la UE y el 1,4% de los EE. UU.

Una planta química de Cepsa / EP
Una planta química de Cepsa / EP

En cuanto a la productividad del capital, que es el valor añadido generado por unidad de dotaciones de capital disponibles —maquinaria, equipos tecnológicos, inmuebles, infraestructuras—, ha sufrido una caída media del 1,2% entre 2000 y 2022. El descenso se explica porque la inversión acumulada creció más que el valor añadido que generó. Según el informe, lo boom inmobiliario de comienzos de siglo ha sido un “lastre” importante para este indicador.

Los motivos de la baja productividad española

El informe de la Fundación BBVA y el IVIE apunta a dos razones principales por la baja productividad. “Es débil, en primer lugar, porque la trayectoria de la PTF mantiene los niveles de eficiencia productiva por debajo de los del siglo pasado, a pesar del esfuerzo de acumulación de capital físico y humano de las últimas tres décadas”, apuntan los investigadores. “El uso de más cantidades de trabajo y capital ha contribuido al hecho que el PIB de España crezca, pero las mejoras en el aprovechamiento productivo de estos factores podrían también contribuir al crecimiento del PIB y esto no ha ocurrido durante los años del boom y la gran recesión”. El documento también avisa que el patrón de crecimiento es “débil” porque la baja productividad del capital muestra “la excesiva” acumulación de activos inmobiliarios durante el boom y, al mismo tiempo, la inversión en activos que podrían impulsarla, como las TIC y los intangibles, avanza a un “ritmo menor” que en otras economías europeas.

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