La producción industrial de la zona euro sigue sin mostrar síntomas de recuperación y vuelve a sufrir un retroceso. De hecho, el pasado mes de junio registró una nuevo retroceso mensual, la tercera consecutiva, después de bajar un 0,1% respecto a mayo, cuando había caído nueve décimas, según los datos de Eurostat. Al conjunto de la Unión Europea, el índice de producción industrial se estancó en junio, después de retroceder un 1,2% en el mes de mayo. En comparación del mismo mes del 2024, la producción industrial de la zona euro bajó un 3,9%, mientras que entre el grupo de los 27 disminuyó un 1,5% anual.
Los descensos mensuales más importantes de la actividad industrial se registraron en Irlanda (-7,8%), Bélgica (-6,5%), Croacia y Portugal (ambos -3,7%), mientras que los aumentos más importantes se observaron en Rumanía. (4%), Finlandia (3,6%) y Eslovaquia (2,1%). Respecto de junio del año pasado, los descensos anuales más importantes se registraron en Irlanda (-17,4%), Croacia (-8,3%) y Letonia (-5,5%). Por el contrario, los mayores aumentos anuales correspondieron en Grecia (9,5%), Chipre (8,8%) y Malta (6,3%). En el caso de España, la producción industrial aumentó cuatro décimas en junio respecto del mes anterior, cuando había bajado un 0,1%. En un año, el índice aumentó un 0,8%.
«Pocas evidencias» a un cambio de tendencia
El economista en jefe para la zona del euro de ING Research, Bert Colijn, ha señalado después de la publicación del dato que «si bien se ha esperado un cambio de tendencia durante algún tiempo, hay pocas evidencias que esto pase pronto» y ha apuntado que esto supone que las expectativas de crecimiento del PIB en la UE dependen de «la dudosa fortaleza de los servicios». Colijn también apunta en su análisis que, si bien el pequeño descenso intermensual observado en el dato de producción industrial de la zona del euro en junio refleja mayoritariamente la volatilidad de los datos registrados en Irlanda, «el panorama general sigue siendo sombrío».

En este sentido, el economista recuerda que las perspectivas no muestran alivio para el sector manufacturero y las encuestas también apuntan a un debilitamiento de los pedidos entrantes a comienzos del tercer trimestre, sugiriendo una contracción más grande de la producción, mientras que los inventarios se mantienen en niveles altos, un hecho que indica que el margen para una recuperación inminente de la producción industrial es muy limitado. Así mismo, Bert Colijn advierte que es mucho más difícil trasladar los mayores costes relacionados con la energía y el transporte al consumidor con una demanda débil. «Es probable que la presión sobre los márgenes siga siendo un tema para los fabricantes en la segunda mitad del 2024», concluye.