La economía española creció un 0,5% el primer trimestre de 2023, una décima más que el último trimestre del año pasado. Esta subida se explica por el avance de la inversión y de las exportaciones, puesto que el consumo de los hogares se contrajo un 1,3% y el gasto público bajó un 1,6%. En términos interanuales, pero, todavía hay más diferencia, porque el PIB se elevó nueve décimas más -del 2,9% de 2022 a 3,8%-, según los datos de Contabilidad Nacional publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que esta aceleración del PIB ha estado a causa del impulso de las exportaciones y a la inversión y se ha producido «en un contexto internacional de gran incertidumbre», marcado por las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, lo cual evidencia, a su juicio, la «gran solidez y resiliencia» de la economía española. En otras palabras, cada vez se ven más lejos los afectos de la guerra y la pandemia, el que provoca una sensación de seguridad que implica más voluntad de inversión. Así mismo, el departamento que dirige Nadia Calviño ha subrayado que el estado español «ha conseguido prácticamente el nivel de PIB previo a la pandemia», el único indicador pendiente de recuperar.
Más demanda nacional que internacional
Según los datos avanzados por el INE, la demanda nacional ha sido bastante más fuerte que la de fuera. En concreto, los españoles aportaron 1,3 puntos al crecimiento del PIB interanual en el primer trimestre, una cifra que ya es tres décimas superior a la del crecimiento del trimestre anterior. En cuanto a la demanda internacional contribuyó con 2,5 puntos, seis décimas más. Hay que recordar, pero, que el avance de datos del INE está elaborado con la información disponible hasta febrero en la mayoría de los casos, aunque también ha incluido estimaciones de indicadores para el mes de marzo basadas en datos administrativos y otras fuentes adicionales.
