Las pensiones contributivas se revalorizarán un 3,8% el próximo año. La formula de revalorización recogida a la reciente reforma de las pensiones impulsada por el ministro José Luís Escrivá elevará la retribución a las personas beneficiarias de estas prestaciones de acuerdo con la inflación -en concreto, con la variación mediana del índice de precios entre noviembre del último año, el 2022, y el de este-. Con el dato previsto por el Instituto Nacional de Estadística este mismo martes, pues, la cifra se queda en el 3,76%, que se redondeará al final 3,8%. La reforma introducida por Escrivá amplía el tiempo de referencia para el cálculo de esta revalorización respecto del modelo anterior al 2013 -cuando el PP va desindexar-las de la escalada de precios-, que también indizaba las pensiones a la escalada de precios pero tomaba como base del cálculo solo el dato del último mes, y no el anual.
Más allá del valor total de las pensiones, la media inflacionista anual se tomará también como referencia para otras medidas relacionadas con las prestaciones por jubilación, orfandad o discapacidad, entre otras. Las bases máximas, por ejemplo, escalarán un 1,2% adicional a la cifra inflacionista cada año desde el 2024 hasta el 2025; hecho que facilitará al tesoro del Estado unos ingresos de unos 308 millones de euros solo el próximo curso. Por otro lado, también apuntala una escalada del complemento por rendija de género de un 10% durante los próximos dos años. Estos incrementos retributivos, pero, serán revisados cada cinco años en negociación tripartita con el diálogo social -gobierno español, sindicatos y patronal-, con unos resultados que se remitirán a la Comisión del Pacto de Toledo para su estudio y aplicación.
Por encima de la inflación
La indización con la inflación se limita solo en las bases de las pensiones máximas y contributivas. Las mínimas y no contributivas, de acuerdo con las mejoras introducidas por Escrivá a raíz de la última reforma, mejorarán su poder adquisitivo con una subida por encima del IPC. El objetivo de Moncloa es recortar la rendija de renta existente entre los perceptores de ambas modalidades de pensiones hasta lograr el 0,75 del umbral de pobreza. De este modo, la pensión mínima por jubilación escalaría en los próximos años hasta lograr los 1.178 euros mensuales en 14 pagas en 2027; un ritmo de alzas que también registrara la pensión de viudedad o la de incapacidad permanente total en menores de 60 años. El resto de pensiones también pueden esperar una escalada sucesiva, correspondiendo al 50% de la tasa que se aplicará a las mínimas; mientras que las no contributivas se marcarán el mismo objetivo que estas, también para el 2027.