Mònica Roca es presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, una de las instancias económicas más influyentes del país, desde el 2021, cuando sustituyó Joan Canadell, miembro de la misma candidatura. Ingeniera de telecomunicaciones, ha sido fundadora de una empresa especializada en el procesamiento de datos facilitados por satélites. Forma parte de una nueva y activa tropa de ejecutivos catalanes que ya no están para gaitas. Preparados, eficientes, descarados e impacientes, consideran que la mejor política económica para Cataluña es -no seria, porque lo quieren- contar con un Estado propio.
La presidenta de la Cámara nos recibe en la sede de la avenida de la Diagonal. Está muy cansada, de esta sede, pero, sobre todo, de las nuevas funciones de que la ha dotado el nuevo equipo de gobierno, “al servicio de las empresas”. La vocación de servicio se le escapa por todas las costuras. Sonríe a menudo. Hablo calculando, pero es inevitable también que haga de vez en cuando la cara de la cierta ingenuidad que dibujan solo los de ciencias. Los científicos acostumbrados a aplicar la racionalidad en un mundo irracional. Y todavía más si este mundo es Cataluña.
Al centro del cuello una cadena de plata firme una pequeña estelada, que también se debe de sorprender porque, como ella se queja estupefacta, “no nos hemos entendido con las empresas que tienen el coro en Cataluña y que tendrían que ser independentistas”. Y las que no se lo tienen?: “Intentarán por todos los medios recuperar la Cámara”. Las elecciones a cámaras se harán el próximo septiembre. Y la lista única que agrupará todos los discrepantes con el actual gobierno de la de Barcelona ya se insinúa con fuerza. Con la fuerza del establishment, que dicen.
Dígame exactamente en que ha cambiado la Cámara de Gobierno desde que Eines de País ganó las elecciones y, concretamente, desde que Mònica Roca es presidenta.
Nosotros el que hemos hecho, básicamente, es un proceso de apertura a las empresas. La Cámara era una grande desconocida. Qué pensaba la gente? Que trabajábamos para nosotros mismos. No había la percepción que la Cámara pudiera ayudar las empresas. Esta percepción ha cambiado, lejos del que me gustaría que fuera, pero ha mejorado muchísimo. De hecho, este edificio es un ejemplo muy claro. Porque el equipo técnico que trabaja en la Cámara ocupará solo dos pisos y medio. Los restantes, todos abiertos a las empresas. Hemos pasado una etapa terrible con la pandemia. Lo hemos aprovechado para acercarnos más a las empresas, para ayudarlas.
¿Lo puede concretar más con hechos y no con intenciones?
En este proceso de apertura a todo el tejido productivo hemos desarrollado un plan de acción en el entorno de cinco ejes: red, internacionalización, digitalización, disrupción y proyección.
¡Virgen!
No! (río). Es que es verdad. No son palabras técnicas vacías o retóricas. En el primer eje, la red, hemos impulsado la Red de Negocios de la Cámara, una comunidad integrada por empresarios y empresarias con voluntad de intercambiar oportunidades, que ha permitido generar un negocio global de más de un millón de euros en el primer año de funcionamiento. En el ámbito internacional hemos puesto en marcha iniciativas como el Landing 360, una plataforma de servicios para empresas que quieran implantarse a Europa o al Arco Mediterráneo, y hemos celebrado el primer Foro Internacional de Negocios en la Llotja de Mar, centrado en las relaciones entre Cataluña y los Estados Unidos. En cuanto a la digitalización, hemos creado lo HUB CambraDigital, que ya cuenta con más de 130 empresas usuarias. En el aspecto disruptivo, hemos ideado iniciativas como lo
La cotización antes era obligatoria. Finalmente, esto cambió por ley. ¿Cómo se financian ahora?
Se abolió la cuota cameral. Había emprendidas que, por afinidad o por interés, patrocinaban la Cámara o acciones concretas que hacía la Cámara. Esto justo antes de las elecciones del 2019 se canalizó a través de la fórmula de las sillas de aportación voluntaria, o sillas de plata. Esto solo ha funcionado estos cuatro años.
La aportación de estas empresas suponía unos ingresos de un millón de euros anuales. Y ustedes han suprimido esta fórmula de cara a las próximas elecciones…
Estas empresas tenían derecho a voto al pleno y esto nos parecía escandaloso en pleno siglo XXI. No se tiene que poder comprar así el voto. Nosotros volamos las interacciones con este tipo de empresas, porque son empresas de aquí, pero no nos parece bien que a cambio obtengan un voto.
Esto ahora ha quedado en dos sillas. ¿Por qué no eliminan esta figura en coherencia con el que dice?
No se puede por ley. La ley dice que de las sesenta vocalías un mínimo de dos tercios tienen que ser por sufragio. Esto dice la ley. Del resto, un diez por ciento tiene que ser cubierto por “agentes económicos” -básicamente, las patronales- y las otras pueden ser sillas de máxima aportación voluntaria. No te marca un mínimo, sino un máximo, que son catorce. Pero la tipología aparece a la ley.
Y por tanto, hay de haber…
MR: Bien. Entraríamos en un debate complejo. Si las eliminaran, alguien nos lo podría impugnar y tendríamos que ir a tribunales. Esto nos haría entrar en una dinámica que, ni tenemos los quartos, ni el tiempo, ni las ganas. Como que las restantes tienen que ser sillas de máxima aportación voluntaria, y lo dice en plural, lo hemos dejado en dos. Y nos ahorramos la movida.
Hablábamos de ingresos y presupuesto…
La Cámara de Barcelona tiene un presupuesto de veinte millones de euros, de los cuales ahora -y dique ahora, porque el 2022 ha sido el primer año- la Generalitat en finanza no llega ni a uno. Concretamente, 600.000 euros. Por nuestras “funciones públicas”. Nosotros somos una corporación de derecho público y tenemos una ley y tenemos que hacer una serie de funciones que están detalladas. Por lo tanto, se supone que estas funciones tendrían que ser cubiertas por la nuestra tutelando, que es la Generalitat y, en concreto, el departamento de Empresa. Yo los he pedido que nos hagan una auditoría. Que disciernan entre el que es función pública y el que no lo es. Y que nos financian el que corresponde. No es así. Entonces como nos financiamos? Con nuestros servicios. Con los servicios que ofrecemos a las empresas, con aportaciones de fondos europeos, también, que se canalizan a través de la Cámara de España o no. Fundes que se destinan a formación, a digitalización, a aceleración de pymes. Tenemos acceso en muchos programas europeos.
¿Todo esto cubre los 20 millones?
Es que, si no lo cubre, no los tenemos, y no nos los podemos gastar.
Quiero decir si sufren mucho…
Sufrimos mucho cada año porque nuestro deseo, nuestra obligación, nuestra razón de ser, es ayudar las empresas. Tenemos que hacer manos y mangas, y juegos malabares, para ayudar las empresas en todo aquello que, por un lado, nos determina la ley, y de la otra, consideramos que es nuestra obligación. Tenemos serios problemas, porque no se nos cubre nuestra función pública por parte de la nuestra tutelando, la Generalitat, y porque el sistema de la aportación de las sillas de plata no nos parecía muy democrático.

Me ha comentado antes la importancia que dan a las grandes empresas, Ustedes ganaron elecciones de la mano de la Asamblea Nacional Catalana, reivindicando un Estado propio. Esto la mayoría de estas grandes empresas no lo acepta. Lo rechaza con contundencia. Supongo que estas empresas todavía se los miran con desconfianza o con hostilidad.
Creo que tendríamos que discernir el concepto “grandes empresas”. Hay que tienen el coro en Cataluña, que toman decisiones de acuerdo con sus intereses, de acuerdo, pero mirando hacia Cataluña. Por el contrario, hay algunas otras que, ante un conflicto, ya sabemos cómo actúan y de qué parte se decantan. Si el conflicto es con Madrid -porque nos entendamos-, se decantan hacia Madrid. A nosotros nos habría gustado que estas grandes empresas que tienen el coro en Cataluña hubieran sido de nuestra parte, pero no sé si hemos conseguido trasladarlos este mensaje. Yo me he afanado, me esfuerzo mucho, pero no sé si lo he conseguido. Y a mí me duele que todo este conjunto de grandes empresas, que se supone que tienen el coro en Cataluña, y que por lo tanto podrían ser perfectamente independentistas, no nos hayan apoyado. Yo me esperaba un apoyo por su parte. Ellas quizás dirán que esperaban un apoyo de la Cámara. No lo sé. Pero no nos hemos entendido. Y las espero con nosotros. Ahora, las otras… Es evidente que las molestemos. Las que son no independentistas o antiindependentistas -unionistas, pon el adjetivo que quieras-, estas, las hemos molestado. No están contentas que nosotros gobiernamos la Cámara e intentarán por todos los medios recuperarla.
La Cámara de Barcelona es una de las pocas entidades estructurales que gobiernan los independentistas. Algunos deben de trabajar mucho para echarlos y recuperar todo el espacio que ocupaban ellos antes…
Efectivamente. Estamos en el centro del objetivo. Quieren evitar que volvemos a repetir. Harán la conchabanza que haga falta para evitarlo.
Concretamos un poco este establishment, estas empresas. ¿Quién los quiere echar al precio que sea?
Uuuuf (suspira, resopla y sonríe). Hombre…
No, le pregunto. Empresas, grupos de comunicación, entidades financieras… ¿Quiénes despuntan en hostilidad?
Hay de todo. Bien es verdad que… Hay un poco de todo. Este es un país que tiene muchas dificultades como país. No es fácil ser independentista aquí. Y no es fácil reclamar un Estado propio. Ni aquí ni en ninguna parte. Ninguna independencia llega regalada. Es un proceso costoso. Y llevar. Además, tienes que estar dispuesto a dar algo a cambio por un futuro mejor. Tienes que entender que hay un momento transitorio y que tienes que dar algo a cambio. Y creo que en este país hay gente que no está dispuesta a esto. Quieren ser independentistas, pero no están dispuestos a dar nada a cambio. Así no se consigue la independencia. Y por supuesto hay una parte de la economía catalana que vive o que tiene los intereses dentro del Estado español. Estas élites están de momento muy colocadas y claro…
¿Como ha vivido usted la hostilidad de estas empresas?
No la he sentido de todas. También te lo tengo que dir. He tenido sorpresas positivas, pero sí que la he notado, la hostilidad. Nosotros hacemos estorbo.
¿Quizás por eso en algún texto que hace referencia a las líneas maestras de su candidatura la consecución de un Estado propio ha pasado al último párrafo? ¿Ahora ya hablan de estas cuestiones con la boca pequeña?
Ui! Ni hablar. Ya puedes hacer el titular de esto, si quieres. Nosotros pensamos que la mejor política económica para Cataluña es contar con un Estado propio. Corto y raso. Es así. Ahora bien, también somos conscientes, y esto también lo dijimos la otra vez, que desde la Cámara no proclamaremos la independencia. Esto no funciona así. Qué hemos venido a hacer aquí? Una cosa es por qué hemos venido y otra a que hemos venido. Hemos venido a trabajar por el empresariado, por las empresas, por la economía de este país, para ayudar las empresas a prosperar, a crecer, a hacerse más robustas, para ayudar que suban nacer más, si hace falta. Y esto lo hemos hecho, además, en un momento muy difícil. No sabíamos que nos encontraríamos un periodo de pandemia y lo hemos tenido que superar. Hay acciones iguales que las haría alguien que no fuera independentista. Pero nosotros pensamos también que el mejor contexto para la economía, para la economía catalana, es un Estado propio. Ayudamos, pues, las empresas desde esta visión.
Ahora ya no será tan fácil que los empresarios y los autónomos que los votaron la primera vez lo hagan con el mismo entusiasmo. No por ustedes, sino por el contexto general que atraviesa el independentismo.
Estoy de acuerdo que la situación política y anímica ya no es la que era, pero nosotros también decimos que la nuestra ha sido la victoria más importante del independentismo en los últimos años, después del 1 de octubre. Si queda algún deseo que esto continúe, nosotros seremos quienes mantendremos esta llama viva.
Las anteriores elecciones el voto no independentista o antiindependentista directamente se dispersó en cuatro candidaturas. Esto los facilitó las cosas a ustedes. Ahora no será así. Ahora dicen que todas las otras opciones se concentrarán en una candidatura que liderará Josep Santacreu, que puede contentar todos los discrepantes. Ahora será mucho más difícil que ustedes ganen. Y además, sin el efecto sorpresa…
Yo no sé si esta candidatura reunirá todos los discrepantes. Esto se lo tendría que preguntar a ellos. Pero supongo que deben de haber aprendido alguna lección de las elecciones anteriores. Esta podría ser una. Pero también puede ser que acabe presentándose más de una candidatura. Parece que sí, que el voto pro establishment y antiindependentista se está concentrando. Si solo hay una, será mucho más difícil. Por eso yo hago un clamor a todo el independentismo, que, además, piense que hemos hecho una vota trabajo, porque nos voten. Se tienen que ver las dos cosas. La apertura que hemos hecho en la Cámara es inaudita, y esto se tiene que valorar. Hemos hecho que la Cámara sea de todo el mundo. Y a veces lo hemos hecho con un zapato y una alpargata.
Las elecciones a cámaras no son presidenciales. Constituyen un pleno, que después elige presidente o presidenta. Muy bien. Mònica Roca todavía no ha dicho explícitamente que aspire a repetir en el cargo.
MR: Yo me presento a las elecciones, a mi vocalía. Siempre he dicho que la gente tiene que renovarse. A mí no me gustan estas legislaturas de doce, quince o diecisiete años. No estoy de acuerdo. Este trabajo te pide mucho. Mucho de tu tiempo y de tu energía. Tienes que darlo todo y después dejar pasar la gente, visiones complementarias. El que es importante es que haya una línea continuista. En manos de un comité ejecutivo con las mismas ideas y que continúe el trabajo. Quién hay delante no me parece tan relevante. Al final las personas dan matices a cada candidatura, no lo niego, pero el que realmente es importante es esta línea continuista.
No me contesta.
No lo sé. Es que no lo sé.
Pero detrás un equipo y una gestión hay un nombre. Delante de todo.
La otra vez no se lo pusimos.
No habían ganado nunca.
Nosotros nunca dijimos durante toda la campaña quien se pondría delante.
Pero no estaban. Quiero decir, que no se podían aprovechar de una cara conocida y contrastada con la gestión.
Tampoco lo diremos ahora. Nosotros nos presentamos como candidatura. Hemos hecho buen trabajo. Valoradlo.
No me lo contestará.
Es que puedo. Mire, yo podría no salir. No nos echaremos esta piedra en el tejado. Nosotros somos un grupo que continuaremos haciendo las mismas políticas.
Los otros se apiñan en el entorno de un nombre: Josep Santacreu…
La gente es demasiado presidencialista. La otra vez nos fue bien. Nosotros no diremos quién es el presidenciable o la presidenciable antes de tener los resultados.
Por eso se hacen travesías sobre ustedes. Hay que dicen que lo será Toni Fitó y hay que afirman que volverá a presidir la cámara Joan Canadell.
Canadell ya lo ha sido. Hizo un trabajo increíble. Se ha mantenido al pleno y ahora se volverá a presentar. Pero repetir como presidente… Esto es más complicado. No lo volverá a ser. Yo podría estar mejor posicionada por mis dos años delante, pero tampoco me alargaría demasiado. El señor Fitó ahora es vicepresidente. Es una buena posición. Yo fui vicepresidenta antes de ser nombrada presidenta. Tiene más números, pues.
La última vez Carles Tusquets y otros candidatos presentaron una serie de recursos. Tusquets lo hizo ante el Tribunal Superior de Justicia. Los han dado la razón. Estos recursos protestan por el sistema del voto electrónico y por la anulación de 600 votos.
(Sonríe) Debían de ser todos suyos…
Seguramente. ¿En qué punto se encuentran estos recursos? ¿Tenían razón cuando los presentaron?
Esto es una cosa de la consellería. Nosotros no tenemos nada a dir. Es el decreto electoral quién en marca el procedimiento.
¿Pero a ustedes ya los parece bien tal como lo redactaron?
Hombre, yo me estimaría más que no hubiera recursos, como comprenderás.
No digo esto. Digo si el sistema ya les parece bien o si se tiene que corregir.
Si se puede hacer, se tiene que mejorar el sistema de voto electrónico, pero el que no se puede hacer es ir atrás. Por favor, no. La consellería se tiene que enorgullecer en este sentido. Fueron los primeros que propusieron el voto electrónico. Piensa que con el certificado digital puedes hacer muchos pagos, transferencias de muchos quartos. Cómo podemos cuestionar el voto electrónico para votar en unas elecciones de cámaras?
Es curioso. El responsable del sistema es el departamento, pero en todas las declaraciones los detractores y quienes han interpuesto recursos apuntan contra ustedes, como si fueran responsables. O como si sacaron provecho…
Esto es la lectura que han hecho algunos periodistas. Obviamente, el señor Tusquets perdió, recordémoslo. Y habla como perdedor. El hecho es que presenta una denuncia contra la Generalitat y no lo hace contra los órganos de gobierno de la Cámara. Otra cosa es que, como que considera que las elecciones no han sido válidas, deslegitima todas las decisiones que hemos tomado.

Por lo tanto, quien se defiende de estas acusaciones es el departamento.
Claro. Y no nosotros. Nosotros el que sí que hemos dicho es que, puesto que tenemos que volver a hacer un decreto electoral cada cuatro años, miramos que esto no pase. Si hay alguna manera que esto se pueda arreglar, que lo hagan. Tusquets se quejaba que había diferencia entre el voto telemático remoto y el presencial. Bien, pues, si puedes mirar de equilibrarlas… Él también protesta contra la decisión de la Junta Electoral, donde no hay ningún candidato, de anular segundos qué votos. La Junta decidió que había una serie de votos que habían salido de la misma IP con muchos pocos segundos de diferencia, y los anuló. Esto la Generalitat ya lo había avisado. Y no hicieron caso. El que hacen en estos casos es que una gestoría votaba por todos sus clientes.
Quizás el señor Tusquets se pensaba que todos aquellos votos lo beneficiaban a él…
Y como puede saberlo?
Lo digo con ironía.
No se sabía a qué candidaturas iban aquellos votos. Solo comprobaron que habían salido de la misma IP y los anularon. Nosotros no pintamos nada.
Hay gente muy enfadada que quiere hacer correr la sensación de pucherazo.
Como diciendo que aquí ha habido una conchabanza. Pues, que digan el que quieran. Pero que se miran las cosas. Las acusaciones se tienen que basar en hechos comprobados. Yo no sé cómo decirlo. No tengo el altavoz de
Que para ustedes no son importantes…
Es difícil equiparar del todo el voto presencial al voto telemático, pero, escúchame, es que hoy en día ya se hace todo telemáticamente. Tú puedes comprar una casa telemáticamente. Que no es exactamente igual un sistema y el otro? Que el presencial parece que ofrece más garantías? Son dos maneras diferentes de votar y tú tienes que dar las máximas garantías porque las dos sean seguras, veraces. Pero no tendrías que eliminar una. Las dos son legales y las dos tienen que ser seguras. En el caso del voto remoto los controles que estableció el departamento eran perfectos.
Antes hacía referencia a las grandes empresas. Me gustaría repasar las elecciones de su equipo de gobierno con los grandes agentes económicos del país. Empezamos por el Fomento del Trabajo Nacional.
Las relaciones con las patronales son buenas. Buenas también con Fomento. Pero, como pasa con los otros frentes, hay una gente encaparrada a hacer correr que todo nos va fatal. Solo hay un punto de discrepancia fuerte con una patronal. Concretamente, con la PIMEC, respecto a la ley de cámaras. Es evidente que tenemos muchas diferencias con Fomento, pero hemos sabido encontrar la ensambladura.
Seguro que a la gente de Fomento no los gusta que ustedes sean cómo son.
No los gustó que ganamos, pero, en cambio, hay una relación muy cordial allá donde podemos sumar y dónde no podamos no nos hacemos estorbo.
La discrepancia es con la Pimec…
Pimec defiende una serie de acciones respecto a la pequeña y mediana empresa que compartimos, pero, por otro lado, ahora hay un caval de batalla, que es la ley de cámaras. Fomento y Cecot han aceptado el proyecto que los ha presentado el gobierno. También lo ha hecho Basura Cat. Pero no hay manera que Pimec lo acepte. Y yo, que quieres que te diga, no lo puedo entender. Tienen más financiación por parte del gobierno de la Generalitat que jefe otra patronal y que, por supuesto y con creces, mucho más que la Cámara de Comercio. Y no sé que más vuelan. Ellos son una patronal. Y las patronales son clubes privados, que me parecen fantásticos y respectabilíssims, pero no tienen nada que ver con nosotros. Nos tendrían que dejar hacer. Porque se han puesto entre ceja y ceja que no salga adelante la ley de cámaras? No lo entiendo. No lo entendemos. Se han levantado de la mesa, después de dos mil horas de negociación, cuando todos los otros los habíamos aceptado todas las propuestas. Pero llega un momento en que sus propuestas desbordan la ley marco española, que no hay que decir que no es mi preferida, pero es la que es. Yo no sé si los da miedo que nosotros prestamos un servicio que ellos entienden como competencia. De verdad, no sé qué los da miedo.
Dice que su equipo tiene una muy buena relación con la Cecot, pero la Cecot hace todo el que puede porque en la Cámara de Terrassa no gano una candidatura independentista como la que ustedes representan…
Nosotros con la Cecot estamos bien. tienen buena relación- Yo creo que la Cámara de Terrassa ha hecho un buen trabajo con la candidatura actual.
Hay otra que se presentó las últimas elecciones, que no ganó, que ahora aspira a hacerlo, y que es independentista como ustedes.
No sé si es igual que nosotros. Es una candidatura independentista, sí. Me parece muy bien que haya una en Terrassa, pero no conozco los detalles. La gestión que ha hecho el equipo de gobierno actual de la Cámara de Terrassa -donde, por cierto, hay miembros de las dos candidaturas al consejo ejecutivo- ha sido buena. Y nosotros con la Cecot, que apoya a la ley de cámaras, mantenemos una buena relación.
Las diferentes candidaturas independentistas que se presentan en las cámaras no han intentado articular una coordinación eficaz?
No estoy al caso, de verdad. Soy presidenta de la Cámara de Barcelona y, en cuanto a mi candidatura, me mantengo un poco al margen. Por supuesto, no estoy organizando ni colaborando con ninguna candidatura independentista ni de Terrassa ni de en ninguna parte.
¿Su relación institucional con las otras cámaras es buena?
Es muy buena.
¿Con todas?
Sí. Siempre hay más afinidad con unas que otras, pero, en todo caso, es buena. Hemos hecho un buen trabajo. Los hechos prestan apoyo a las palabras. Barcelona no tiene la presidencia del Consejo de Cámaras. La tiene Girona. Y no solo con las otras cámaras, sino también con nuestro territorio. Tenemos sedes territoriales a las cuales hemos dado mucho de valor y protagonismo. Y aquí quiero insistir que la ley de cámaras ha sido acordada entre las trece cámaras catalanas, sin ninguna excepción. Y esto no es poca cosa. Nosotros representamos el 63 por ciento de la actividad económica del país, y hemos cedido todo el que ha habido que ceder en beneficio de las otras doce.
Me gustaría hablar también de las relaciones con los partidos políticos. Concretamente, con los tres partidos independentistas.
Son muy buenas.
¿Con Junts?
Buena.
Con Esquerra?
Buena.
Con la CUP?
También.
Caram. Yo tenía entendido que cuando ustedes se adhirieron al Consejo de la República Esquerra no vio el gesto con buenos ojos…
También podríamos decir que nosotros no nos adherimos al Consejo por la República hasta que no se acabaron las negociaciones entre los partidos. Y esperamos también hasta que el presidente del Consejo por la República no fuera el presidente de uno de estos tres partidos. Esperamos mucho antes de hacer nuestro reconocimiento. ¿Esto no se pone en valor?
No lo sé. Lo tendría que preguntar a ellos.
Es que unos se pueden enfadar porque nos hemos adherido al Consejo por la República y los otros se podrían enfadar porque no lo hicimos hasta que no se dieron las condiciones. Creo que hicimos las cosas muy hechas. Nosotros hacemos muchas cosas con los unos y con los otros. Nadie se puede quejar. Yo intento estar bien con todo el mundo. Incluso con los partidos que no son independentistas. Evidentemente, hay un sesgo hacia los que lo son. Voy a actos económicos de Juntos o de Esquerra. Y encantada. Y allá donde voy siempre hago el mismo discurso: la mejor política económica para Cataluña es tener un Estado propio.
No se acaba de salir. A mí me llega que los dirigentes de Esquerra están más enfadados con el actual equipo de gobierno de la Cámara de Barcelona que los de Juntos.
Es evidente que sí. Tampoco salí del cascarón ayer. Pero me niego a aceptarlo porque no lo puedo entender. He hecho cosas con ambos partidos y nunca he sido miembro del uno ni del otro. Nunca he militado en ningún partido ni lo pienso hacer, porque a mí la política me gusta pero los partidos, no. Así de claro. Nosotros tenemos afinidades con la uno y con el otro. Yo tengo buena relación con mucha gente de Esquerra, y por eso hemos sabe tan grave que sean uno de los promotores de una candidatura antiindependentista. Por eso me sabe tanto grave y me duele tanto. Pero yo no controlo los partidos ni ganas. Continuaré trabajando para que haya buena relación con los tres.
¿Esquerra, detrás la lista antiindependentista? ¿Tiene constatación?
tengo, tengo. Sé que ha habido varias reuniones en esta línea, sí.
E¿sto se ha concretado?
Ha empezado, sí. Con el liderato de Santacreu.
Y le duele esta intervención…
Me duele, en primer lugar, porque creo que los partidos políticos tendrían que estar al margen.
Los partidos nunca están al margen de nada.
Hombre, pero tendrían que estar al margen de las candidaturas de la Cámara. Y en segundo lugar, porque somos independentistas y tenemos una buena relación con los partidos independentistas. Ya le he dicho, además, que nosotros y yo misma tenemos que tener buenas relaciones con todos los partidos.
¿La relación con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, es buena?
Sí. A mí me gustaría que hubiera más, pero es buena.
¿Es ella quien lo dificulta?
Nooo. Es la alcaldesa de Barcelona, y su agenda es la que es. Infernal.
¿Y con los alcaldes socialistas del área metropolitana?
Tengo menos.
¿Son cosas que le gustaría mejorar en una próxima legislatura?
Sí. Necesitamos más tiempo.
¿Más horas al día?
(Riu) También. Pero necesitamos cuatro años más. Nosotros tenemos cámara en el Baix Llobregat, en Badalona, en el Vallès Oriental… La relación con las alcaldías del Área Metropolitana sería un punto a mejorar, a dedicarse, durante la próxima legislatura. Aprovecho para explicarme. Yo tengo buenas relaciones con Ada Colau y también con Josep Sánchez Llibres. Y son polvo absolutamente opuestos.
Es difícil tener una mala relación con el señor Sánchez Llibre.
(Riu) Sí.
Al menos aparente. Es cordial y amable.
Sí, pero, en todo caso, hemos encontrado, tanto con la uno como con la otra, los puntos en común.
Me gustaría también hablar de las dos grandes entidades financieras del país. CaixaBank y Banco Sabadell. Las dos tienen todavía silla de plata en la Cámara.
Mira, yo con la Caixa siempre he tenido buena relación.
¿Y con el Banco Sabadell?
También. Otra cosa es que…
¿No le han dicho nada de la reducción drástica de las sillas de plata?
No. Yo las convoqué a todas, la una detrás la otra, para explicarlos que esta anomalía que solo se había producido esta legislatura no se repetiría. Las reacciones fueron diversas, pero, en general, se entendió que no era el mejor sistema. Parece una fórmula medieval. Y además, tampoco ha funcionado. El hecho de tener una silla al pleno no los ha dado la relación institucional que nosotros pensamos que tienen que tener. Con La Caixa, con el Banco de Sabadell y con cualquiera. Los dije que comprar un voto -que se pueda leer de este modo-, esto es feo. Queremos mantener la relación y la aportación que nos hacen, pero de otro modo. El que proponemos ahora es la fórmula del socio institucional, que es el que había habido antes, pero que ellos puedan sacar también un beneficio. Yo quiero saber cómo ven La Caixa y el Banco de Sabadell el futuro de la economía catalana. El que puedan pensar o hacer ellas tiene un impacto mucho más importante que lo pueda pensar o hacer una tienda de víveres. Por lo tanto, a nosotros nos interesa su visión. Y a ellos también los puede interesar tener reuniones con los órganos de gobierno de la Cámara o con nuestro gabinete de estudios económicos. Nuestra propuesta es una relación institucional. De tú a tú. Dicho todo esto, ahora ellos están a la expectativa de quien sale. De quien gana las elecciones.
¿Les ha pedido que devuelvan las sedes sociales en Cataluña?
¡Claro que se lo hemos pedido! Yo siempre he dicho que al final marcharon unas sedes sociales, pero que los trabajadores de estas empresas se quedaron en Cataluña. Ahora bien, si en algún punto la decisión cambia de aquí a allá, esto ya no me gusta.
Habla del centro de poder…
Claro. Dónde es ahora el centro de poder, donde se toman las decisiones, de estas empresas. Esto es el que no puede cambiar. De momento, La Caixa todavía toma las decisiones aquí. Y el Sabadell, también. Y esto está bien. Tal como digo esto, también digo que me estimaría más que volvieran.
¿Se lo ha dicho?
Claro.
¿Y qué le ha respondido?
Que no.
¿Por qué?
Porque no. Porque no lo harán. No me han dado ninguna razón convincente para entenderlo. Esta es su decisión. Ahora, no hay que dramatizar. De empresas, se van y venden muchas cada año.
No es exactamente la misma cosa.
Ya.
¿Cambiará de sede la Cámara?
No. Este edificio es nuestro y se mantiene. Como la Llotja de Mar. Iremos al Poble Nou como una apuesta de futuro. Aquí, de los nueve pisos que ocupábamos, ocuparemos tres. Los otros seis, los abrimos a las empresas. Si nos vayamos a otro edificio, abriremos nueve a las empresas. Todo esto lo ocuparán empresas. Empresas que necesitan nuestros servicios y que se puedan instalar aquí con facilidad.
¿Cómo pagarán el nuevo edificio?
Habrá un alquiler en el Ayuntamiento.
¿Lo pagará el Ayuntamiento?
No. Solo la parte que ocupará. Aquella será una inversión a largo plazo. Y esto dice mucho de la Cámara. Si no tuviéramos la Llotja de Mar o este edificio, todo sería más precario. Pasaríamos más penurias. Cuanto más patrimonio tenga la Cámara, mejor para las empresas de Cataluña. Porque todo esto se pone a su disposición.