Los aranceles de Trump han supuesto un revés para muchos mercados. Uno de los que se ha encontrado con complicaciones ha sido el de la sal del delta del Ebro, que tiene a Estados Unidos como uno de sus grandes mercados. El impacto de los aranceles ha hecho que la sociedad que explota las salinas de la Trinidad, en la punta de la Banya, espere una bajada del 5% en las ventas. En declaraciones hechas a la Agencia Catalana de Noticias, el gerente de la empresa, Manel Salvadó, confía en que Estados Unidos se mantenga como uno de los mercados clave de la empresa.
Las exportaciones a Estados Unidos habían sido una parte fundamental de su economía y Salvadó destaca que la empresa venía «de una serie de años en los que teníamos crecimientos de entre el 20 y el 25% y este año perderemos un 5%». A la vez, sin embargo, destacan que sí hay una incertidumbre por los cambios repentinos que la administración americana realiza y destaca que esta misma incertidumbre encarecerá los productos. «Ha sido toda la inquietud, la incertidumbre que genera. Ante la incertidumbre si hoy será un 10% y mañana no sabemos si será un 35%, pero quizás acaba siendo un 20%, los clientes norteamericanos han acabado siendo más cautelosos en el momento de gestionar los pedidos», ha destacado un Salvadó que también apunta que Francia y los mercados emergentes de Canadá y Alemania son grandes destinos para los productos salinos catalanes.

Comienza la campaña de recolección de la sal
Esta semana se ha dado el pistoletazo de salida a la campaña de recolección de la sal y la previsión inicial muestra que se recogerán entre 80.000 y 90.000 toneladas, cifras casi récord. De hecho, la cantidad prevista es superior a la que se pensaba en un inicio, ya que el impacto de la DANA y las fuertes lluvias afectaron la calidad de las salmueras dentro de las balsas. La llegada de las temperaturas calurosas y los episodios de viento hicieron que se corrigieran las malas previsiones y que la calidad que ahora se espera de la cosecha sea entre «buena y muy buena». Según la empresa regentada por Salvadó, en la campaña salinera -que está previsto que dure dos semanas- trabajan un total de 120 personas de las cuales 60 son trabajadores fijos.