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Lloret se subleva contra el turismo ‘low cost’

Lloret de Mar (la Selva) tiene dos caras. A diferencia otros momentos del año, cada verano, durante los meses de vacaciones, centenares de miles de turistas llenan a tope los hoteles y viviendas turísticas, y visten la ciudad costera de ocio y celebración. El que es fiesta por algunos, pero, se convierte en «molestia» para otros. Cansados del incivismo que se origina a causa de un ocio «descontrolado», centenares de vecinos han unido fuerzas para crear la plataforma ‘Otro Lloret es posible’. Se trata de una organización ciudadana que, lejos de ir contra el turismo -la fuente principal de ingresos del municipio-, pretende poner «freno» al turismo de «borrachera», al cual desde el Ayuntamiento, comandado por el alcalde socialista Adrià Lamelas, denominan turismo low cost: «No estamos en contra del turismo, de la actividad hotelera o del ocio nocturno, estamos cansados de un ruido desmesurado y de un incivismo que nos afecta cada día», argumenta la portavoz de la entidad, Gracia Ferrer, en conversación con Món Economia, que remarca que su objetivo es «que se deje de vender este turismo de fiesta, alcohol, drogas y sexo».

Los vecinos del municipio, muchos de los cuales también viven del turismo, lamentan la imagen que «se vende» de Lloret, puesto que consideran que no hace justicia con todo el que realmente ofrece la ciudad. Antes al contrario, origina un imaginario colectivo en que se convierten las calles en el epicentro de una fiesta descontrolada, cosa que acaba generando un efecto llamado hacia más turismo -con los suyos pros y sus contras- juvenil.

El Ayuntamiento recuerda que el precio medio ha ido subiendo

Mientras que la portavoz de la entidad lamenta «el incivismo creciente» que genera el turismo «de borrachera» que llega a Lloret, el regidor de Turismo del consistorio, Frederic Guich, también recuerda que aporta beneficios económicos para la población: «El precio medio de la actividad hotelera sube», apunta Guich en este diario, que asegura que el turismo low cost supone una «parte pequeña» de la actividad turística del municipio. Dos caras de la misma moneda que conforman el turismo de Lloret. Un modelo que, para parte del vecindario, hay que «reformar» para alejarse del «turismo de bajo coste que, a menudo, es generador de inseguridades e incivismo».

Cerca de medio millar de vecinos de Lloret de Mar, congregados ante el ayuntamiento contra el incivismo / Ariadna Reche (ACN)

La actividad hotelera, en el punto de mira

Desde la plataforma de vecinos apuntan que uno de los principales incentivadores de este modelo turístico low cost es parte del sector hotelero del municipio. Este diario ha pedido su punto de vista a la patronal Pimec, que representa los empresarios del sector en Lloret, pero ha declinado hacer ningún tipo de declaración.

La plataforma asegura que «algunos establecimientos tendrían que cerrar inmediatamente», puesto que «deterioran» la calidad de los barrios y, por consecuencia, del municipio: «Algunos hoteles tienen que endurecer sus controles internos porque no puede ser que haya tanto ruido e incivismo dentro de las mismas terrazas», exclama Ferrer, que insiste que «hay muchos hoteles que sí que hacen bien las cosas», pero otros que «especulan» con el ocio nocturno y «el efecto manada» que despierta la ciudad.

En esta línea, Guich deja claro que se trata de una parte «muy pequeña» del sector, puesto que el 90% -según su estimación- «hace las cosas bien o, incluso, muy bien»: «Los hoteles que ofrecen actividad durante todo el año, no solo el periodo vacacional, tienen muy buenas referencias en todas las webs de búsqueda porque hacen muy bien su trabajo», apunta. Precisamente, teniendo en cuenta estas cifras, el regidor de turismo se ha comprometido «cerrar» los hoteles que no cumplan los permisos y van en contra del buen funcionamiento de Lloret: «El mal nombre que generan [refiriéndose en los hoteles que no actúan correctamente, y que desde su punto de vista son los que promocionan este turismo de borrachera] va en contra de todo el resto. Por aquí no pasaremos, tenemos que dignificar el sector», argumenta.

El regidor apunta que este tipo de establecimientos que promocionan el turismo low cost no son solo hoteles, sino que el grosor del problema se encuentra en las «viviendas turísticas ilegales», es decir, los que no se enmarcan en ninguna regulación. Es por este motivo que agradece la «colaboración ciudadana», especialmente el trabajo hecho por la plataforma autoorganizada de vecinos, para «detectar» estos establecimientos que malogran la imagen de Lloret: «Este verano hemos clausurado cerca de treinta», argumenta el regidor. Pero Ferrer insiste -y lo ha hecho saber al consistorio- que el Ayuntamiento tiene que aplicar «un control estricto» y aplicar «sanciones para prevenir el exceso de asistentes, el incumplimiento de las ordenanzas municipales y las molestias a los vecinos».

El «descontrol» del ocio nocturno

El principal generador de este «turismo de borrachera» es el «descontrol» que se ocasiona a causa del ocio nocturno. No exclusivamente en el interior de las discotecas, sino al exterior de estos locales. Este verano se han visto, y se han difundido después en las redes por los videos que los mismos participantes grababan, escenas como esta que se muestra aquí.


De hecho, para paliar este agravio y evitar el consumo de alcohol a la vía pública -que a pesar de estar penado, es habitual-, el Ayuntamiento acordó con unos veinte locales de ocio pagar varios auxiliares -los cuales tenían la función de recordar las ordenanzas de civismo a los peatones- para mejorar la convivencia de las calles céntricas de la ciudad, donde se concentran la mayor parte de las discotecas de Lloret. Un mecanismo que ha dado sus frutos, puesto que, según datos del mismo consistorio, el número de casos de incivismo -desde consumo de alcohol en vía pública hasta exceso de ruido- se han reducido «notablemente» este periodo vacacional.

Todo y los pasos hechos, pero, para la plataforma vecinal, todavía «queda mucho trabajo para hacer»: «Exigimos el establecimiento de sanciones rigurosas para aquellos que incumplan las normas de civismo para asegurar la calidad de vida de los vecinos», apunta Ferrer, que considera que estas sanciones también se tienen que hacer extensivas a «algunas discotecas». Este tipo de incivismo que se ocasiona a causa del efecto grita del ocio nocturno durante los meses de vacaciones, acaba resultando en el escaparate mediático del turismo en Lloret, pero desde el Ayuntamiento ponen énfasis a decir que es solo «una pequeña parte» de toda la oferta de la ciudad: «Por carnaval hay mucha actividad turística, pero no relacionada con el ocio nocturno. También tenemos una gran oferta cultural, entre otros», argumenta Reich.

Diversificar la actividad económica

Para hacer frente a las sombras del turismo low cost, la portavoz de la entidad vecinal considera que es imprescindible «diversificar» la actividad económica de Lloret: «Para reducir la dependencia del monocultivo turístico y la especulación inmobiliaria, es fundamental impulsar la diversificación económica mediante la incorporación otros sectores productivos que generen actividad legal a lo largo de todo el año», argumenta Ferrer.

Desde el gobierno municipal comparten la opinión que hay que «abrir» la ciudad hacia otros mercados, pero remarcan que el turismo es y ha sido siempre el palo de pajar del tejido económico del municipio: «Ahora en septiembre se producirá un encuentro para nómadas digitales», explica Guich, que asegura que se trata de una «apuesta» del gobierno municipal para consolidarse como una ciudad referente por este colectivo. Así pues, Lloret rema para diluir la mala imagen que propicia el turismo «de borrachera» y consolidar un nuevo modelo que continúe alejando el incivismo que golpea el vecindario: «Es un problema que afecta todo el mundo».

Varios jóvenes esperando al exterior de una discoteca de Lloret / ACN

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