Los economistas catalanes continúan señalando la desigualdad fiscal que provoca el Estado en Cataluña como el centro de los problemas económicos que sufre el país. Así lo revela la última encuesta de situación económica del Colegio de Economistas de Cataluña, que solicita la opinión a sus colegiados sobre las dinámicas económicas que marcan el rendimiento del Principado. En ella, el déficit fiscal se mantiene como la primera preocupación de los expertos, con más de un 44% de los encuestados que lo consideran un agravio fundamental. El segundo clasificado, en plena crisis residencial, es la dificultad para el acceso a la vivienda, mientras que el tercero tiene mucho que ver con la relación económica con España: un 32% de los consultados enumeran entre sus preocupaciones la mala salud de las infraestructuras y las comunicaciones catalanas, una herida infligida en buena parte por la baja ejecución de las inversiones del gobierno español en territorio catalán.
La consulta a los economistas de octubre ha demostrado una caída importante del sufrimiento de empresas y tejido productivo por la guerra comercial iniciada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Si en la primavera más de un 17,5% de los expertos lo planteaban como una amenaza para la estabilidad económica del Principado, ahora solo lo han hecho un 5,4%; por debajo de otros retos como la inflación, el precio de la energía o el envejecimiento de la población. El estudio constata, sin embargo, que el empresariado del país -y los economistas en paralelo- comienzan a detectar una crisis de absentismo laboral, con más de un 12% de los consultados preocupados por la tendencia, que ni siquiera formaba parte del listado hace tres meses. Aún por encima de todo eso, constan algunas de las críticas que el tejido productivo lleva tiempo lanzando a las administraciones, como la falta de reformas estructurales en la economía, señalada por un 24% de los colegiados, o la baja productividad, de la que alerta un 31% de la muestra.

Gana la banca
A pesar de las crecientes preocupaciones con cuestiones estructurales de la economía catalana, los economistas reconocen que el país está experimentando un crecimiento sustancial, que podría llegar al 3% al cierre del 2025. Aun así, se trata de un crecimiento concentrado en «los actores con más capacidad financiera». Más del 30% de los encuestados asegura que el gran ganador de la estructura actual de la expansión económica en el país es la banca; mientras que cerca de un 25% identifica al Estado como gran beneficiado. Por debajo, los inversores, cerca del 20% del total; mientras que solo un 1% de los expertos ven en la tendencia de este año un beneficio para los trabajadores. En medio, empresarios y directivos de empresa, que concentran un 9,3 y un 5,6% de los análisis de los economistas. Según el Colegio, las respuestas de los colegiados «demuestran una percepción generalizada de que los frutos del crecimiento económico no se están distribuyendo de manera equilibrada».
Presupuestos y administración
El sector público, según los economistas, tiene un rol central en los agujeros económicos que sufre Cataluña. Cerca de un 80% de los expertos sostiene que la primera prioridad del sector público del Principado debería ser la simplificación administrativa, por un 32,4% que apunta a un rediseño de los servicios públicos. En línea con la primera, más de un 20% considera indispensable que se aplique una digitalización integral de la administración. Todo ello, sin embargo, está vinculado a la aprobación de unos presupuestos, que ha sido imposible en el último curso. El informe recoge una opinión mayoritaria entre los colegiados de que un segundo curso sin cuentas «supondría un perjuicio significativo para el desarrollo económico y social de Cataluña». «El patrón de respuestas evidencia un amplio consenso sobre la importancia de unos presupuestos para garantizar la estabilidad económica y social del país», sentencia el Colegio.



