La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, ha explicado que se prevé una desaceleración del crecimiento económico en el estado español durante la segunda mitad del año. Según ha afirmado la máxima representante del organismo, este retroceso del crecimiento será «más intenso y anticipado» del esperado y será una consecuencia directa de la pérdida de dinamismo en el mercado de trabajo. «Los indicadores y datos disponibles apuntan a una desaceleración del crecimiento económico para la segunda mitad del año que viene acompañado, además de cierta pérdida de dinamismo en cuanto al mercado de trabajo», ha afirmado Herrero. Además, ella misma ha indicado que con una deuda del alrededor 110% del PIB y en un contexto de subida de tipo de interés avisa que España está en una «posición vulnerable».
Los elementos que sustentan esta desaceleración del crecimiento económico en el estado español ya se anticipaban antes del verano y ahora no solo se han confirmado, sino que también se ha añadido la subida del precio del petróleo. Así lo ha confirmado Herrero que ha añadido que «la desaceleración económica que anticipábamos antes del verano ahora parece que se producirá con mayor intensidad y con mayor anticipación». En sus últimas previsiones, la AIReF anticipó un crecimiento económico en 2023 del 2,3% en términos reales y estimó para el año 2024 una alza del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,9%.
La pesadilla de la inflación subyacente
Entre los factores que afectan la economía en esta segunda parte del año, Herrero ha señalado la persistencia de la inflación subyacente, el repunte en los precios del gas y del petróleo, el deterioro del comercio internacional y la traslación del endurecimiento de las condiciones monetarias a la economía real. En este sentido, estas son las causas principales de la posible desaceleración de la economía. Aun así, la máxima preocupación está sobre el dinamismo del mercado laboral, que después de los últimos datos se ha podido confirmar su disminución. En este caso, la AIReF teme que esta situación pueda trasladarse a una bajada de la productividad.