La Comisión Europea vuelve a estar en el punto de mira de las organizaciones agrarias. El campo europeo ha ocupado las calles de Bruselas este miércoles para protestar contra las propuestas agrarias del último marco financiero plurianual (MFF, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, la hoja de ruta presupuestaria de los 27 entre 2028 y 2034. El agravio: la nueva política agraria común que, a ojos del sector primario, sale perjudicada de las nuevas cuentas de la Unión. En el borrador del MFF, el ejecutivo de Ursula von der Leyen plantea, entre otras cuestiones, unificar los fondos de cohesión y la PAC en un solo instrumento que «dotaría de más flexibilidad» a las instituciones para enfrentar las ayudas. También buscaría reducir los más de 540 programas que ahora destinan recursos a las explotaciones agrarias hasta 27 planes, uno por cada estado miembro.
Ante este proyecto, los agricultores europeos, con las organizaciones catalanas a la cabeza, advierten que los recursos dedicados a la base del sector alimentario quedarán reducidos «entre un 15 y un 20%» en el periodo mencionado. «¿De dónde se sacarán los fondos para poder cumplir con las diferentes normativas europeas de exigencias medioambientales, sanitarias, de seguridad alimentaria o de bienestar animal?», ha cuestionado Jaume Bernis, miembro de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), presente en las marchas.
El conjunto del tejido patronal y sindical del campo coincide con Bernis y ve en el nuevo proyecto presupuestario una amenaza para la soberanía alimentaria del continente y la capacidad del campo catalán y europeo de alimentar a la población. El secretario de relaciones internacionales de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, José Manuel Roche, ha alertado que la Comisión «busca ocultar un recorte de los fondos para los agricultores» detrás de una iniciativa de simplificación administrativa. En un sentido similar, el presidente de la patronal Asaja, Pedro Barato, ha alertado que Von der Leyen «quiere enterrar la PAC» con el nuevo marco financiero. Barato ha puesto en paralelo el retroceso de la inversión de Bruselas en el campo y el aumento del gasto militar. «Podemos invertir todo lo que queramos en material bélico; puede haber muchos misiles, muchos tanques, pero sabemos qué pasa cuando faltan alimentos», ha argumentado.

Ante la nueva realidad que plantea la Comisión, las organizaciones agrarias exploran movilizaciones más allá de la marcha en Bruselas. Roche ya ha avisado que la de hoy «será solo una de muchas manifestaciones si esto sigue adelante». También Barato ha prometido nuevas protestas, con el Estado español como punto caliente, y avisa que «los tractores volverán a las carreteras españolas» si el MFF continúa adelante en las condiciones actuales.
Un trámite complicado
Cabe decir que, como en el caso de los presupuestos nacionales o estatales, el ejecutivo de Bruselas propone el proyecto de cuentas, pero este debe ser ratificado por el parlamento. En este caso, la Eurocámara no parece dispuesta a permitir una victoria de Von der Leyen. Los primeros, los suyos: el Partido Popular Europeo ha saltado en defensa de la PAC y los Fondos de Cohesión, y reclama que «mantengan bases legales separadas». En este sentido, la vicepresidenta del PPE, Dolors Montserrat, ya ha retirado el apoyo a la Comisión: «La PAC no se toca. Necesitamos continuar trabajando para tener una PAC fuerte y con un gran presupuesto», ha declarado. También los socialistas se muestran reticentes. La eurodiputada del PSOE, Cristina Mestre, acusa a los comisarios de «querer una PAC menos ambiciosa y diluida», y considera que la presidenta «está empeñada en arruinar un trabajo de décadas». «La PAC es imprescindible para que nuestro campo pueda seguir adelante», ha concluido.