Un tribunal de apelaciones de los Estados Unidos vuelve a poner en marcha los aranceles de Trump. La sala de apelaciones del Circuito Federal del país ha reinstaurado «temporalmente» las tarifas a las importaciones solo unas horas después de que el tribunal de Comercio Internacional del país las declarara «ilegales». Así, el mandatario estadounidense vuelve a tener en su mano su herramienta económica preferida para intentar imponerse en las negociaciones con sus socios tradicionales.
El tribunal federal de apelaciones, cabe decir, no ha tomado una decisión definitiva respecto al plan económico trumpista. La sala solo ha frenado temporalmente la sentencia que situaba los aranceles fuera de la ley mientras estudia el recurso que el equipo del presidente ha presentado esta misma tarde, solo unas horas después del pronunciamiento contrario a sus intereses.
«Poderes infinitos»
El tribunal de comercio internacional, cabe recordar, emitió el pasado miércoles su posicionamiento respecto a los aranceles universales que impuso el presidente el 2 de abril, ya conocido como Día de la liberación. Según la interpretación de los jueces, la Casa Blanca no tiene la competencia para aplicar tarifas comerciales, sino que la tiene el Congreso. Por lo tanto, las órdenes ejecutivas no servirían para llevar a cabo esta medida. Además, los magistrados consideraban que la Ley de Emergencias Económicas Internacionales, la pieza reguladora sobre la cual se fundamentó Trump para su lista de impuestos al comercio, no otorga a ninguna rama del gobierno «poderes ilimitados» para establecer aranceles a placer. «La interpretación del presidente de su autoridad comercial, desligada de cualquier limitación o enfoque, excede la autoridad arancelaria delegada al ejecutivo bajo la IEEPA. Así pues, los aranceles universales son contrarios a la ley», dictaminó el tribunal.
Ante esta decisión, el Departamento de Justicia ha presentado un recurso en el que alega que la sentencia contra los aranceles arriesga «daños irreparables a la política internacional de los Estados Unidos». «Es crítico que el tribunal detenga su juicio. El golpe a la estrategia de asuntos exteriores de la decisión no podría ser mayor», asegura el departamento en su queja. Según la administración, frenar los aranceles «eliminaría la autoridad del presidente en las negociaciones comerciales», y empoderaría a países terceros para «ganar ventaja gracias a la situación». Por ahora, el tribunal de apelaciones estudiará los argumentos de la Casa Blanca, y emitirá una resolución en los próximos días.
