El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una nueva serie dearanceles que entrará en vigor a partir del 1 de octubre. La medida se centra especialmente en los medicamentos y los productos farmacéuticos, que tendrán un arancel del 100% y afectará a todas las empresas que no tengan plantas de producción en EE.UU. o no estén en negociaciones para instalarse allí. Como es habitual en Trump, ha hecho el anuncio a través de un mensaje en la red social Truth Social, de la cual es propietario. El anuncio de Trump, que ya había amenazado anteriormente con imponer un arancel a los productos farmacéuticos, ha encendido las alarmas en medio mundo.
La Comisión Europea ha sido de las primeras en reaccionar y ha recordado que en el acuerdo firmado con Washington antes del verano se limitaban los aranceles a las farmacéuticas europeas al 15%. Bruselas considera que el acuerdo comercial, muy criticado en su momento, es una “garantía” que protegerá la industria europea. Según el portavoz de Comercio, Olof Gill, el límite arancelario es “claro” y la Comisión Europea no tiene dudas de que se respetará. “Es una garantía de que no se aplicarán aranceles más elevados a los operadores económicos europeos, y la UE es el único socio comercial que ha logrado este resultado con EE.UU.”.

En el comunicado enviado por Bruselas para aclarar las dudas que provoca la errática política comercial de los Estados Unidos, la Comisión Europea recupera una parte del texto del acuerdo comercial entre las dos potencias donde se lee lo siguiente: “Estados Unidos tiene la intención de garantizar, sin demora, que el tipo arancelario […] aplicado a los productos originarios de la UE sobre productos farmacéuticos, semiconductores y madera no supere el 15%”. Según Gill, Bruselas y Washington “continúan colaborando para aplicar los compromisos de la declaración conjunta al mismo tiempo que exploran nuevas áreas para la exención de aranceles y una cooperación más amplia”.
Washington oficializa el pacto con Bruselas
Esta misma semana la Casa Blanca ha publicado la orden ejecutiva que oficializa y valida el acuerdo firmado con la Unión Europea. El pacto reduce del 27,5% hasta ahora vigente al 15% los aranceles a los coches y piezas de automóviles exportados por empresas europeas. La medida tiene efectos retroactivos desde el 1 de agosto y permitirá que la industria automotriz ahorre unos 500 millones de euros, según los cálculos de Bruselas. Asimismo, la orden de la Casa Blanca fija la aplicación de aranceles cero o prácticamente cero para recursos naturales no disponibles, como sería el caso del corcho, los aviones y las piezas aeronáuticas, los medicamentos genéricos y sus ingredientes y precursores químicos. La medida también tiene efectos retroactivos desde el 1 de septiembre.