Donald Trump está exultante, lleno de energía, mala actitud y con el tono burdo que lo caracteriza. La implementación de los aranceles en todo el mundo ha envalentonado a un presidente estadounidense que ahora presume de la prisa con la que los líderes mundiales quieren negociar para impedir o reducir estos aranceles. Trump, desatado, ha presumido de esta situación y ha asegurado que los líderes mundiales «nos están lamiendo el culo». Estas declaraciones, hechas durante una cena del Comité Nacional Republicano del Congreso, no se detuvieron allí, ya que ha asegurado que «nos llaman y me persiguen. Están desesperados por llegar a un acuerdo«, y ha terminado burlándose de sus interlocutores: «‘Por favor, que pueda llegar a un acuerdo con los Estados Unidos! Haré lo que sea necesario, señor'», en una imitación propia de un comediante en vez del líder de una de las grandes potencias mundiales. El tono de Trump es una declaración de intenciones del presidente estadounidense y su postura hacia el resto de los países del mundo.
Trump: "These countries are calling us up. Kissing my ass." pic.twitter.com/a52SfBnsf8
— Aaron Rupar (@atrupar) April 9, 2025
El sector farmacéutico, amenazado
Hasta ahora las importaciones de productos farmacéuticos habían esquivado la bala de los aranceles de Trump. Ahora, sin embargo, el presidente de los Estados Unidos, ha amenazado con introducir “muy pronto” un “importante” arancel a las empresas farmacéuticas. En declaraciones hechas durante una cena del Comité Nacional Republicano del Congreso, y recogidas por la ACN, Trump ha asegurado que el sector farmacéutico no esquivará más los aranceles. “Anunciaremos muy pronto un arancel importante y, cuando escuchen eso, se irán de China y de otros lugares porque tienen que vender la mayor parte de su producto aquí” ha explicado un Trump que ha asegurado que una vez los aranceles a las farmacéuticas entren en vigor «volverán corriendo a nuestro país porque somos el gran mercado».