La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha sacudido los cimientos de la geopolítica internacional. Con políticas proteccionistas, el mandatario republicano ha comenzado a cerrar las barreras comerciales con el resto de países del mundo, especialmente sus vecinos y la Unión Europea. Este jueves, el magnate norteamericano ha amenazado a Canadá y a la UE con imponer aranceles «muy superiores» a los que ha anunciado hasta el momento debido a la cercanía entre el vecino directo de Estados Unidos y Europa: «Si la Unión Europea colabora con Canadá para perjudicar económicamente a los EE.UU., se impondrán a ambos aranceles a gran escala, mucho mayores que los previstos actualmente, para proteger al mejor amigo que cada uno de estos dos países ha tenido jamás», ha afirmado con contundencia en su plataforma Truth Social, que se ha convertido en su altavoz político personal.
Estas declaraciones amenazadoras llegan en respuesta a la cercanía entre Canadá y la UE, que en estos momentos están negociando un nuevo proyecto de la industria militar, el cual permitiría a Ottawa participar en la creación de aviones de combate europeos. Esta cercanía, pues, ha enfurecido aún más a Donald Trump, quien ha vuelto a amenazar con más aranceles. Unas declaraciones que, además, llegan también pocos días antes de que el presidente norteamericano anuncie el 2 de abril los llamados aranceles recíprocos a todos los socios comerciales de la primera línea económica mundial. Por su parte, el primer ministro canadiense ha criticado la decisión por ser un «ataque directo» a los trabajadores y ha señalado que convocará al gabinete de relaciones Canadá-Estados Unidos para una reunión este jueves.

Europa se prepara para responder
Desde la Unión Europea, al igual que Canadá, también se preparan para responder a los aranceles de Trump. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lamentado «profundamente» la decisión de Trump y ha indicado que el bloque «evaluará» la respuesta a esta medida, así como a otras del magnate, en alusión a los aranceles recíprocos. De hecho, ha asegurado que la UE «continuará buscando soluciones negociadas» que permitan «salvaguardar al mismo tiempo sus intereses económicos»: «Protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda la Unión Europea», ha aseverado la líder de Bruselas.
En esta misma línea se ha expresado el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, que acaba de regresar con las manos vacías de su segundo viaje a Estados Unidos para intentar poner fin a la guerra arancelaria que ha comenzado Trump. De momento, sin embargo, no ha conseguido ningún acuerdo. Aunque no logra ningún pacto con la administración norteamericana, el comisario europeo insiste en mantener abierta la puerta del diálogo y en «trabajar duro» para resolver la crisis, pero paralelamente considera que Bruselas debe continuar adelante con el paquete de contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de euros.