La mano de Nadia Calviño al frente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ya empieza a tener efecto. La exvicepresidenta primera y exministra de Asuntos Económicos española ha hecho pública este martes su intención de apostar porque la institución financie nuevos proyectos nucleares, un cambio de rumbo de 180 grados respecto a la línea adoptada por su predecesor en el cargo, el alemán Werner Hoyer.
En unas declaraciones al Financial Times, Calviño ha defendido que la Unión Europea «necesita estar activa para no quedarse atrás» en cuanto a los «reactores modulares», que todavía se encuentran en proceso de investigación y desarrollo. Hoy por hoy, esta tecnología solo se encuentra operativa en China y Rusia, pero países como Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos están intentando implementarla. «Cada proyecto se evaluará por sus propios méritos, en función de la viabilidad económica, financiera, ambiental y técnica«, apunta al respecto la flamante presidenta del BEI.
Un apoyo condicionado a un cambio en las políticas
Según la información publicada por el reputado medio británico, Francia habría dado su apoyo a la candidatura de Calviño para presidir el BEI a cambio de que durante su mandato apueste por las inversiones en nucleares y defensa. En cuanto a este segundo ámbito, las normas de la institución europea permiten invertir en tecnologías de doble uso, es decir, tanto civil como militar, pero no en armas, munición o infraestructura militar. Con todo, algunos países, como Francia o Finlandia, están presionando para cambiar el mandato del BEI para que pueda destinar financiación a estas cuestiones.
En esta línea, Calviño se ha comprometido con los ministros de Finanzas de la UE a informar sobre «el alcance y definición de tecnologías y equipación de doble uso» y ha subrayado la necesidad de «reforzar la industria europea de seguridad y defensa», en una clara referencia a esta presión ejercida por algunos de los 27 estados.
