Italia golpea los bancos con un nuevo impuesto. El gobierno ultraderechista de Roma aplicará una tasa del 40% a los «beneficios extraordinarios» que la banca del país ha logrado gracias a las subidas de tipos de interés. El ejecutivo presidido por Giorgia Meloni hace meses que flota la idea, especialmente desde la escalada del encarecimiento del crédito por parte del BCE, a pesar de que no ha aprobado la medida hasta este lunes. Según el vice primer ministro y titular de Transportes Matteo Salvini, «el Consejo de Ministros ha aprobado una norma de equidad social». El conjunto de la recaudación se dirigirá, según se ha hecho público, a ayudas a los préstamos hipotecarios y a financiar la reducción otros tipos impositivos. La tasa se aplicará, justo es decir, exclusivamente al margen limpio de intereses, no al conjunto del resultado neto de los bancos; y puede grabar tanto el montante correspondiente al 2022 como lo del 2023 -se aplicará sobre el que sea más elevado-.
A diferencia del movimiento del gobierno de Pedro Sánchez durante el otoño del 2022, el gobierno italiano no ha querido hacer una previsión sobre la recaudación que supondrá este gravamen del 40% a los «beneficios extra». Aun así, Salvini ha apuntado que se esperan ingresos copiosos, en cuanto que «solo hay que mirar los resultados del primer semestre» de las entidades bancarias italianas. Por otro lado, la carga que ha supuesto la subida de tipo para los ciudadanos y las pymes italianas, según el ministro, se ha «doblado». La gran banca, además, no ha aumentado la remuneración de los depósitos al mismo ritmo que los cobros, una posición que ya valió un clatellot del ejecutivo durante los primeros meses del año, pero que todavía no ha cambiado.

Un golpe duro a la banca
Si bien el gobierno de Meloni no ha querido aventurar la recaudación completa, los primeros análisis de los mercados financieros -en este caso, de Citi- estiman que podría llevarse una quinta parte del beneficio de la banca italiana durante el 2023. Justo es decir que la tasa solo estaría vigente este año. Medios italianos, así como la agencia Reuters, se han hecho resó de unas estimaciones internas de ingresos que se podrían elevar hasta los 3.000 millones de euros solo durante el presente curso, una figura similar a la recaudación del impuesto a los beneficios extraordinarios a las energéticas que el país ya tiene en vigor.
Las acciones, soterradas
El anuncio por parte del gobierno de Meloni de esta medida ha hundido el valor de las acciones de la gran banca italiana a la Bolsa de Milà. A apertura de la jornada de este mismo martes, los títulos de Bper Banca sufrían un retroceso del 7,39%; seguidos de los de Intesa Sanpaolo, que perdían un 7,17% de su valor. Las acciones como Bpm o Mps también han mostrado intensas caídas, en ambos casos superiores al 6%, mientras que Unicredit ha visto su valor reducido en un 5,68%.