Credit Suisse habría solicitado en el Banco Nacional de Suiza y al regulador del país, Finma, una muestra pública de apoyo para intentar parar la sangría que están sufriendo en bolsa este miércoles e intentar evitar la quiebra del banco, según ha publicado el
Todo ello se ha producido por dos motivos, en primer lugar, la intervención del Silicon Valley Bank lo el pasado viernes, que ha provocado una caída desatada de la confianza en el sector bancario occidental. El segundo lugar, este miércoles el máximo accionista del banco, el saudí SNB, haya asegurado que no ampliará su participación en el capital del banco. La combinación de estos dos factores han hundido las acciones de la entidad y han disparado el coste de los seguros por impago de sus bonos. Esto se traduce en el hecho que los inversores hacen pagar más caro la cobertura en caso de que Credit Suisse deje de cumplir con sus obligaciones de deuda.
Día negro a la bolsa
El día negro del banco suizo a la bolsa, que lo acerca más que nunca a la quiebra, ha empezado a primera hora de la mañana, después de que el principal accionista de Credit Suisse, el Banco Nacional Saudí, haya descartado ampliar su participación en el banco, que es del 9,88%. «La respuesta es absolutamente no, por muchas razones fuera de la razón más simple, que es reguladora y estatutaria», ha asegurado este mismo miércoles el presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar Al Khudairy, en una entrevista en Bloomberg TV.
Todo ello ha acabado que las acciones de Credit Suisse hayan caído un 24,24% durante la jornada bursátil, cayendo hasta un precio de 1,70 francos suizos. Aun así, durante este miércoles el precio de la acción ha llegado a valer solo 1,56 francos, el que ha supuesto el mínimo histórico de la entidad. Si miramos la evolución en el último año el banco ha perdido un 76,23% de su capitalización.
El BCE activa las alarmas
Ante esta situación desesperada del banco suizo, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido encender las alarmas y empezar a contactar con todos bancos europeos que supervisa directamente para conocer qué posible exposición tienen a Credit Suisse. En este sentido, fuentes citadas por Europa Press, aseguran que, en el caso de España, el BCE está solicitando la información a través del Banco de España.
Ahora bien, la activación del BCE no implica directamente que los bancos europeos se tengan que ver afectados necesariamente por la caída de Credit Suisse, sino que es un hecho protocolario ante la que podría ser la situación de estrés más elevada desde la última crisis financiera. De hecho, hay que recordar que la crisis del banco suizo no es nueva y se remonta a meses atrás.
Buena prueba de este mal funcionamiento del banco los últimos meses son los resultados del 2022. durante el año pasado la compañía registró unas pérdidas netas de 7.293 millones de francos suizos, es decir, unos 7.381 millones de euros. Estos números rojos supusieron el peor resultado del banco suizo desde la crisis financiera de 2008.