Los Países Bajos han entrado en recesión técnica. Según datos publicados este miércoles por la oficina nacional estadística neerlandesa, la quinta economía del continente ha registrado una contracción del 0,3% el segundo trimestre, después de haber caído cuatro décimas entre enero y el marzo. Después de una «rápida recuperación» en la salida de la pandemia -el PIB del país escaló un 5% el 2021 y el 2022- la crisis de precios y las tensiones al mercado energético han provocado una segunda recesión entre los grandes mercados centroeuropeos, después de la larga contracción de la economía alemana.
Según la agencia estadística, el principal motor del retroceso del PIB ha sido el enfriamiento económico causado por la inflación y los tipos de interés. Las autoridades neerlandesas confirman que la «primera recesión después de la pandemia» está marcada por una importante caída del consumo interno, que ha caído un 1,6% en términos interanuales. También se han resentido las exportaciones, con una bajada de un 0,7%, por culpa de una crisis inflacionista que todavía se mantiene fuera de control: los Países Bajos lograron uno de los picos más altos de Europa el pasado otoño, con un IPC máximo del 14,5% en septiembre. Todavía ahora se encuentran por encima del 6%, una escala equiparable en la alemana pero lejos a la de competidores directos como por ejemplo Francia, Italia o el mismo Estado español. A estos niveles de precios, las ventas al exterior se han resentido en favor de mercados donde las mercancías, a estas alturas, son sustancialmente más baratas.

El país, así, todavía con especial tensión las elecciones convocadas después de la dimisión del primer ministro Mark Rutte, con una recesión técnica entre manos. La vez, de hecho, ha estado todavía más fuerte por inesperado: en una reciente encuesta en el portal norteamericano
La recesión no se contagia
La recesión de dos de sus grandes economías no ha hecho el salto hacia el conjunto de la Eurozona. Después de un susto en la salida del primer trimestre, los países de la moneda única han confirmado un crecimiento de su PIB del 0,3% a finales de junio. La economía comunitaria, así, ya se sitúa más de medio punto por encima del verano del 2022, con incrementos en algunas de las plazas clave: Francia cierra el trimestre con una aceleración del 0,5%, mientras que el Estado crece un 0,4% después de haberse expandido medio punto hasta marzo. Italia es el punto negro, con una caída del PIB del 0,3% después de haber experimentado uno de los mejores primeros trimestres del continente. Economías más pequeñas, como por ejemplo la polaca o la sueca, han sufrido golpazos más duros, con retrocesos económicos del 3,7% y el 1,5% respectivamente.