La Comisión Europea ha anunciado este lunes que ha impuesto una multa de 1.840 millones de euros en Apple para restringir el acceso a servicios de distribución de música dentro de su tienda en línea. Todo ello se deriva de una investigación que se abrió ya hace casi 4 años y que ha acabado con la conclusión que Apple ha estado prohibiendo de forma reiterada la entrada de algunos servicios de música, puesto que no ha informado los usuarios que hacen uso de su sistema operativo de la existencia de servicios alternativos. Según el ejecutivo comunitario, esto ha provocado que una buena parte de los usuarios de iOS hayan estado pagando «precios significativamente más elevados» a raíz de esta práctica.
Según ha detallado la Comisión, las restricciones que la tecnológica norteamericana imponía a servicios de música «alternativos y más baratos» para poder aparecer en Apple Store «son ilegales bajo las normas de competencia de la Unión Europea«. Además, Bruselas asegura que Apple es el único proveedor del Apple Store, el espacio donde los desarrolladores de aplicaciones pueden distribuir su producto a los usuarios de iOS en todo el Espacio Económico Europeo. «Apple controla todos los aspectos de la experiencia del usuario y establece los términos y condiciones que los desarrolladores tienen que cumplir para poder aparecer en Apple Store y poder llegar a los usuarios», indica.

En este sentido, Bruselas ha concluido que la multinacional no informa debidamente sus usuarios de la existencia de servicios de música alternativos, una práctica que Apple ha practicado durando, como mínimo, la última década. «La decisión de hoy concluye que la conducta de Apple constituye condiciones comerciales desleales y afectan negativamente los intereses de los usuarios de iOS, que no pueden tomar decisiones informes y efectivas sobre donde y como comprar servicios de música bajo suscripción», defiende Europa.
Multa disuasiva
En su resolución, la Comisión defiende que la multa es «proporcionada» y «suficiente» para que sea «disuasiva», no solo por Apple sino también para otras empresas que quieran adoptar prácticas equivalentes en el futuro. En paralelo, el ejecutivo indica que, cualquier persona o compañía afectada por esta cuestión, puede trasladar su caso a los tribunales de los estados miembros. «Aunque la Comisión haya multado la empresa, los tribunales nacionales pueden fijar compensaciones sin reducir la sanción de la Comisión», concluye.
No es la primera investigación
Esta es la primera multa que la Comisión Europea impone en Apple, pero es la única que ha sido investigada por las autoridades europeas. El pasado mes de junio, sin ir más lejos, Bruselas ya anunció que estaba investigando a Google para distorsionar el sector de la publicidad en línea a través de prácticas que acababan favoreciendo sus propios servicios tecnológicos. Según denunció el ejecutivo comunitario, la multinacional norteamericana habría utilizado su posición de poder dentro del mercado para facilitar que sus anuncios y los de sus clientes aparecieran a diferentes portales en línea, en detrimento de los de la competencia.
Esta acusación podría comportar una sanción económica para la compañía equivaliendo al 10% de su facturación anual, a pesar de que la Comisión cree que la sanción económica sería “poco efectiva”. De hecho, para que realmente sea efectiva la medida, el ejecutivo Von der Leyen sugirió que Google vendiera parte de su negocio dentro del sector de la publicidad a internet para evitar “conflictos de interés”, un hecho que todavía no se ha dado ni planteado por parte de la empresa.