La Comisión Europea ha pedido en los países miembros que veten Huawei y ZTE de su estrategia de despliegue del 5G. Según Bruselas, las multinacionales chinas «representan mayores riesgos respecto a otros proveedores de 5G». En concreto, el comisario europeo del mercado interior, el francés Thierry Breton, apunta al peligro que supone ceder el control de la infraestructura europea de conectividad a actores de terceras potencias. «No nos podemos permitir dependencias que se puedan convertir en una arma contra nuestros intereses; seria una vulnerabilidad crítica y un riesgo a nuestra seguridad», argumenta.
En este sentido, Breton aboga por la autonomía estratégica también en el ámbito de las redes móvil. «La UE ha estado capaz de reducir o eliminar dependencias en otros sectores como la energía», celebra, razonando que «no tendría que ser diferente» en un sector tan estratégico como el de la conectividad de nueva generación. Más allá de las tensas relaciones empresariales con China, el ejecutivo comunitario se ha mostrado «preocupado» por las carencias en cuanto a seguridad que sufren las estructuras de ambas firmas.

Fuera cuanto antes mejor
Según Breton, la decisión de la Comisión está «más que justificada» por razones de estrategia comunitaria, y reclama a los reguladores de los estados miembros que la implementen «el más pronto posible». La comisión pone, además, sus recursos al alcance de los gobiernos para ejecutar este vet. Más allá de la no contratación de nuevos servicios con las dos multinacionales chinas, el comisario ha apuntado que Bruselas trabajará con los gobiernos para asegurar que «son eliminados de forma progresiva» del abanico de servicios de red móvil que se comercializan.
Las empresas hacen previsiones
Ante las resistencias ya acumuladas de los gobiernos europeos durante los últimos cursos a la expansión de las grandes firmas chinas, Huawei ha preparado ya una estrategia de retorno al mercado chino. A finales del 2022, según hizo público el portal Político, el gigante de telecomunicaciones estaría preparado para abandonar la gran mayoría de mercados de la Unión para centrarse al progreso a su mercado natal, manteniéndose solo en algunos entornos clave como Alemania o el Estado español.