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Bruselas autoriza una ayuda de estado para atraer una fábrica de baterías a la UE

Bruselas ha autorizado por primera vez una ayuda de estado para que Alemania pueda igualar una oferta de los Estados Unidos y evitar que se lleven una fábrica de baterías. En concreto, la Comisión Europea ha dado luz verde a Berlín para que pague 902 millones de euros —700 en apoyo directo y 202 en garantías— para que la compañía sueca Northvolt construya una gigafactoría en el estado de Schleswig-Holstein, en el norte del país. Así lo han anunciado en una rueda de prensa conjunta la vicepresidenta del ejecutivo comunitario, Margrethe Vestager, y el vicecanciller alemán, Robert Habeck.

Según ha detallado el ejecutivo comunitario, es la primera vez que se autoriza un régimen de ayudas de estado para un proyecto que, en caso de no existir esta inyección de dinero, se habría trasladado a un país de fuera de la Unión Europea. Northvolt había recibido una oferta de los EE. UU. de unos 1.000 millones de dólares —poco más de 900 millones de euros— autorizada por el gobierno estadounidense a través de la Ley de Reducción de la Inflación. También se ha autorizado Francia a tirar adelante un paquete de ayudas de 2.900 millones euros para impulsar la producción de baterías, turbinas y paneles solares.

Imagen de la sede de la Comisión Europea en Bruselas / Europa Press
Imagen de la sede de la Comisión Europea en Bruselas / Europa Press

Una fórmula estrenada durante la pandemia para evitar fugas de inversiones

La fórmula que ha elegido la Comisión Europea se denomina matching aid —que se podría traducir como ayuda coincidente—, una herramienta aprobada después de la crisis de la Covid-19 para evitar que las inversiones industriales se desvíen a países de fuera de la Unión Europea. Esta ayuda permite igualar la oferta de un país tercero e impedir la deslocalización industrial. Vestager ha asegurado que la producción de baterías contribuye a impulsar la transición ecológica en la Unión Europea y, por lo tanto, es un “interés estratégico” para Bruselas.

«Necesitamos que una parte de la producción esté en Europa, sobre todo en los sectores más críticos para la economía», ha añadido el vicecanciller alemán, Robert Habeck. La maniobra de la Comisión Europea no tendría que perturbar las relaciones de cooperación con los Estados Unidos, según Vestager, que ha asegurado que ambas partes “mantienen el diálogo” constante.

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