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Bruselas se prepara para un «cambio de paradigma» en el comercio mundial

El anuncio de la guerra arancelaria de Donald Trump ha causado un verdadero terremoto en la economía mundial -una buena muestra es cómo se han resentido las bolsas de Europa y de todo el mundo-. El comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, ha alertado que el mundo se encuentra ante un «cambio de paradigma» en el sistema de comercio mundial y ha señalado que las instituciones europeas deben «posicionarse y prepararse» para afrontar esta nueva situación. Este lunes 7 de abril se producirá una reunión de ministros de Comercio de los 27 para abordar el rumbo de las instituciones comunitarias para afrontar la crisis arancelaria de Trump.

El objetivo de Europa, actualmente, es poder establecer una mesa de negociación con los Estados Unidos para evitar que el conflicto comercial escale aún más. Una muestra de estas intenciones es la reunión que Šefčovič tuvo con sus homólogos el pasado viernes 4 de abril. La primera respuesta a los aranceles de Trump se producirá cuando la cámara comunitaria vote la propuesta de contramedidas que Europa quiere desplegar para contrarrestar los aranceles al acero y al aluminio. La postura negociadora de Europa también la muestra Michał Baranowski, subsecretario de Estado del ministerio de Economía de Polonia, que, en declaraciones recogidas por la ACN, ha señalado que se puedan establecer negociaciones con los Estados Unidos cuanto antes «porque la relación económica transatlántica es la más grande del mundo».

De hecho, varios ministros de los países europeos -como el español Carlos Cuerpo, el francés Laurent Saint-Martin o el sueco Benjamin Dousa, han mostrado la voluntad de negociar y evitar que Europa entre en una guerra comercial aún más exagerada.

Europa no descarta ninguna medida contra los aranceles

El ejecutivo comunitario ha señalado que no descarta «ningún instrumento» para enfrentar la crisis arancelaria. De hecho, países como el Estado español o Francia no han pedido a Ursula von der Leyen aplicar el mecanismo anticoerción contra presiones económicas de terceros países y que permitía tomar medidas como el aumento de los derechos de aduana, excluir empresas de concursos públicos o aplicar gravámenes al sector de los servicios. «Por supuesto, si no es posible -negociar con los Estados Unidos, la UE debe responder con firmeza y proporcionalidad», ha sentenciado el ministro de Comercio de Francia, Laurent Saint-Martin.

La unidad de Europa en este aspecto no es total. Países como Irlanda o Lituania han cuestionado la posible utilización de esta herramienta. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Harris, ha alertado que utilizarlo acabaría causando una «escalada extraordinaria» de esta guerra comercial. De hecho, Harris ha asegurado que «es la opción nuclear» a escala económica.

El efecto dominó de China

Varios estados europeos han mostrado preocupación por la tasa arancelaria que Trump ha impuesto a China. Los gobiernos del Viejo Continente temen que los aranceles de Trump a China terminen haciendo un efecto dominó y provoquen un aumento de las importaciones de productos chinos a la Unión Europea, un hecho que acabaría perjudicando a las industrias europeas. Una de las voces que ha mostrado mayor preocupación ha sido la ministra de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, Reinette Klever, que ha señalado que «la previsión es que los flujos comerciales variarán y hay la posibilidad de que haya más importaciones de China. Tenemos algunas preocupaciones, porque, si esto pasa, debería ser de acuerdo con las reglas de la Organización Mundial del Comercio y, si no es el caso, no dudaremos en tomar medidas». De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Kestutis Budrys, ha asegurado que «la Comisión debe suavizar los efectos de otros exportadores que querrán entrar al mercado de la UE como consecuencia de los aranceles, China el primero».

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