El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, cree que Europa tiene que abrir el debate de las “reformas estructurales” que necesita la UE para mejorar la competitividad y la productividad de las empresas, uno de los grandes lastres del crecimiento de la economía comunitaria. De Guindos ha alertado que Europa “se está quedando atrás” respecto a otras superpotencias, como China o los Estados Unidos, porque la productividad está “prácticamente estancada”, a pesar de que se mantiene en positivo gracias a un crecimiento de la ocupación superior a la economía. El vicepresidente del BCE, que ha estado en Barcelona para participar en un foro económico, también ha augurado una recuperación del consumo por la mejora de la capacidad de compra de los trabajadores.
Una de las grandes preocupaciones del ente, que tiene como principal misión mantener la inflación por debajo del 2%, es el aumento de los costes laborales. “Crecen con mucha rapidez”, ha dicho De Guindos, que avisa que esto podría provocar una tensión inflacionista en la Unión Europea si las empresas no los pueden absorber por la evolución de los precios, aunque solo sea en parte. En este contexto, el vicepresidente del BCE cree que es importante que los salarios recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos años, pero ha reclamado prudencia. “Los salarios crecerán, pero lo tienen que hacer de manera compatible con la estabilidad de precios”, ha insistido. De Guindos ha destacado el buen comportamiento del mercado laboral, que tiene más impacto en el número de empleados que en las horas trabajadas, que se “reparten entre más gente”.

La batalla de los tipos de interés
El exministro de Economía del PP ha confiado que la inflación mantendrá la tendencia a la baja, también en el caso de la inflación subyacente, a pesar de que considera que esta “última milla” será “más dura” que el resto de etapas que ha transitado la economía europea desde finales de 2022. Sobre cuando se podrán empezar a reducir los tipos de interés, el Banco Central Europeo trabaja para acumular información sobre la evolución del mercado laboral, los salarios y la productividad antes de tomar la decisión final. De Guindos ha avanzado que tendrán “suficiente” información en el mes de junio, después de la firma de convenios colectivos previstos para principios de año. “Tendremos una imagen más completa y podremos tomar decisiones sobre la política monetaria”. Con todo, ha augurado que los tipos de interés, aunque bajen, no se situarán en niveles de hace cinco o seis años, cuando estuvieron a punto de llegar al 0%. Ha augurado que serán, “en términos reales, ligeramente positivos”, pero que, sumados a la inflación, los ha situado por encima del 3%.
En cuanto a la política fiscal, el BCE apuesta para una “reducción progresiva” del déficit y de la deuda públicos antes de la aprobación de las nuevas reglas fiscales, mucho más razonables que las anteriores, segundos De Guindos. El vicepresidente del BCE cree que este será de transición y que se podrán aplicar “completamente” a partir del 2025. La prima de riesgo de España, Italia y Grecia se ha reducido porque los inversores consideran que tienen más margen de crecimiento.





