Nuevo aviso del Banco Central Europeo (BCE) sobre el riesgo de frenazo económico que puede vivir la Unión Europea. Después de reclamar “reformas estructurales” para mejorar la competitividad de Europa en un mercado cada vez más exigente, el organismo alerta ahora que los mercados y los analistas dan por hecho un “aterrizaje suave” de la economía de la zona euro sin tener en cuenta los riesgos geopolíticos que vienen y los efectos que podrían tener en las economías y los bancos europeos. La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, Claudia Buch, ha avisado en una entrevista en el Financial Times que el sistema bancario europeo necesita una revisión para comprobar su resistencia en un entorno macrofinanciero cambiante.
“Es necesario un cambio estructural de nuestras economías, que inevitablemente se verá reflejado en los balances de los bancos porque son un reflejo de la economía real subyacente”, ha insistido Buch, que asegura que el BCE ha detectado un aumento de los incumplimientos y de los atrasos en el retorno de los créditos. La presidenta del Consejo de Supervisión del organismo considera que hay que prestar especial atención al sector inmobiliario, y en particular al inmobiliario comercial. Se trata de una “área vulnerable” en un negocio muy cíclico que desde la pandemia de la Covid-19 ha tenido dificultades para adaptarse al impulso del teletrabajo, que ha hecho bajar la demanda para nuevos espacios de oficinas en el centro de las ciudades y ha depreciado el valor de los activos en cartera de inmobiliarias y bancos.

El BCE no da por hecho un aterrizaje suave
Buch ha reconocido que las expectativas de los mercados y los pronósticos centrales de la mayoría de expertos apuntan hacia un impacto mínimo del cambio de ciclo económico que viene, lo cual quiere decir, según la dirigente del BCE, que no están descontando plenamente los riesgos geopolíticos —guerra en Ucrania y en Gaza— y los cambios estructurales que vienen en materia de transición energética, demografía y digitalización y los efectos que tendrán en las economías y los bancos. “Estos riesgos afectarán a los balances de los bancos y el riesgo bancario en el futuro”, asegura. La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo reclama al sistema bancario que cambie la manera de analizar el riesgo, puesto que la mayoría de modelos no ofrecen una visión sobre cómo evolucionarán porque se basan en el pasado.
“Vemos un aumento de los préstamos morosos, en parte porque tenemos tipos de interés más altos”, reconoce Buch, que también explica la situación actual por el aumento de la presión para impulsar reformas estructurales. “Es extremadamente improbable que tengamos periodos de cambio estructural en el cual no haya un aumento de los impagos”. Por eso, añade, los “bancos tienen que ser resilientes y estar bastante capitalizados para poder absorber las pérdidas potenciales”.