Un informe del Banco de España alerta que el impacto de una variación sustancial del precio de la energía en la inflación subyacente es mucho mayor en España que en el resto de la zona euro, a pesar de que dura menos tiempo. El organismo que dirige Pablo Hernández ha elaborado un estudio monográfico titulado “Asimetrías en la traslación de los incrementos y los descensos de los precios de la energía en la inflación subyacente del área del euro y de España” para analizar la evolución de los precios con relación a las variaciones del coste de la electricidad.
La inflación subyacente técnicamente no tiene en cuenta los precios energéticos, pero a la práctica se ve afectada por su fluctuación porque tienen un impacto indirecto en el coste de fabricar productos o prestar servicios. El informe del Banco de España concluye, además, que la inflación subyacente se ve afectada de manera más acusada cuando hay un gran aumento del precio de la electricidad que cuando baja mucho. En concreto, un incremento importante del precio de la energía incrementa la inflación subyacente el doble de lo que baja cuando hay un descenso similar de los precios.

Analizar la volatilidad actual de los precios de la energía
Esta asimetría todavía mayor cuando se analizan sectores que hacen un uso más intensivo de energía. Con todo, el estudio reconoce que el impacto de las fluctuaciones del precio de la energía en la inflación subyacente se produce con cierto desfase y siempre de manera gradual, puesto que la variación de los costes tarda cierto tiempo en trasladarse a los precios de consumo. Así, el Banco de España asegura que la inflación subyacente se modera de manera más lenta que la inflación general, en la línea del que ya se había previsto. Asimismo, el organismo reconoce que el periodo de volatilidad extrema de los precios energéticos que vive Europa desde hace meses no tiene precedentes y requiere un análisis más detallado en el futuro.