El presidente de la Generalitat Salvador Illa encuentra obstáculos para llevar adelante su plan de 1.500 millones de euros para paliar los efectos sobre la economía catalana de los aranceles de Trump. Junts per Catalunya califica de «gesticulación» la propuesta del ejecutivo. «Hay más humo que otra cosa», ha declarado el portavoz de la formación, Josep Rius. El partido del presidente en el exilio Carles Puigdemont duda, en concreto, cuál será la recaudación que fundamentará el nuevo gasto. «Tendrán que explicar muy bien de dónde saldrán ese dinero, de qué partidas», ha espetado Rius; especialmente en ausencia de presupuestos. «Illa tendrá poco margen de maniobra, más allá de esta gesticulación a la que nos tiene acostumbrados», ha concluido Rius.
En este sentido, ha agradecido que el Gobierno haya reunido a los partidos para comunicar el estado de las medidas. Sin embargo, ha criticado que Illa se haya «escondido detrás de sus consejeros», a quienes ha delegado el contacto con el resto de formaciones. La delegación del contacto con los partidos responde, asegura, al hecho de que Illa es «un presidente débil, que no tiene presupuestos y con pocas medidas reales a adoptar». Más allá de la cuestión de los aranceles, Rius ha abierto la puerta a negociar el decreto de suplemento de crédito por el cual el Gobierno quiere paliar la falta de presupuestos. Los suyos están «dispuestos a sentarse en una mesa y ver si hay un acuerdo» siempre que sus medidas sean contempladas. Entre otras cuestiones, reclaman nombrar un delegado en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, la formación duda de la voluntad del PSC de tender puentes con ellos: «a estas alturas, sus socios preferentes son ERC y los Comunes».
ERC extiende la mano al Gobierno
Por su parte, el vicesecretario general de comunicación de ERC, Isaac Albert, ha declarado que los suyos están «dispuestos a hablar» para llevar adelante el paquete de ayudas. Albert ha reclamado al ejecutivo que busque acuerdos con los grupos parlamentarios para delinear la respuesta catalana, en tanto que «no todo se puede resolver mediante decretos ley». En este sentido, ha asegurado que los republicanos buscarán ser proactivos en las conversaciones con Illa. «Nosotros también tenemos propuestas que hacer», ha espetado, declarando estar dispuestos «no solo a escuchar, sino a acompañar». Ha reservado un ataque contra «las formaciones de extrema derecha» que defienden el programa arancelario de Trump. «El castigo a los productores catalanes tiene la complicidad de estos partidos», ha acusado.
