Los grandes bancos españoles del Ibex-35 cerraron el año 2023 con casi 71.000 millones de euros en créditos dudosos en sus balances, un 2,3% más que el año pasado, según datos recogidos por Europa Press a partir de las cuentas publicadas estas últimas semanas, que incluyen el negocio internacional de las entidades. Se considera crédito dudoso cuando existen señales que el «acreditado no lo podrá devolver o si han pasado más de 90 días sin que haya pagado las cuotas”, según el Banco Central Europeo (BCE).
El Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja tienen una ratio de morosidad mediana del 2,99%, un poco por debajo de la tasa de morosidad que elabora el Banco de España, que el mes de noviembre estaba en el 3,45%. Así mismo, si se tienen en cuenta los créditos de vigilancia especial —préstamos que presentan algún riesgo, aunque no haya habido impagos—, la exposición de la gran banca aumenta hasta los 242.000 millones de euros, un 7,4% más que en 2022.

Entidades con más exposición a créditos dudosos
Por entidades, el Santander es el banco con un mayor volumen de créditos de dudosos, que llega a los 36.000 millones de euros, un 2,8% más que en 2022, por el aumento registrado en mercados extranjeros como el Reino Unido, los Estados Unidos y México. Las malas cifras se compensan, en parte, por la buena evolución en otros mercados como el español, el portugués y el brasileño. La tasa de morosidad se situó en el 3,14%, seis puntos básicos más que a cierre del año anterior. Así mismo, ha aumentado un 19% la tasa interanual de dotaciones para insolvencias hasta los 12.458 millones.
Los créditos dudosos del BBVA aumentaron un 5,8% —un 7,7% a tipo de cambio constantes— hasta superar los 15.300 millones, con especial foco en las carteras al por menor de América del Sur, México y España. La tasa de morosidad era del 3,4% a finales de 2023. En cuanto a CaixaBank, los créditos dudosos se sitúan en 10.516 millones, 1,6% menos que el ejercicio anterior, y la ratio de morosidad se mantiene estable en el 2,7%. El Sabadell redujo los créditos dudosos en 114 millones, un 0,6% del total, hasta los 5.777 millones, y la tasa de morosidad se situó en el 3,5%.