Lo Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a mejorar las revisiones económicas españolas. En este caso, el organismo internacional apuntado que el producto interior bruto (PIB) del estado aumentará un 1,9% este año, cosa que supone una subida de cuatro décimas respecto de la última revisión. Por otro lado, el FMI ha decidido mantener en el 2,1% el crecimiento económico para el 2025. Según una declaración publicada este viernes, la economía española ha demostrado una «gran resiliencia» en un contexto de «debilitamiento» a la zona euro y de endurecimiento de las condiciones financieras. Aun así, el organismo presidido por Kristalina Georgieva ha vuelto a picar al picatoste al gobierno del estado, advirtiendo que hay que reducir de forma urgente la deuda y el déficit público. A la vez, el FMI también ha añadido que España necesita aplicar una orientación fiscal «restrictiva y sostenida» en los próximos años y apuesta para suprimir de las exenciones del IVA o alargar la edad de jubilación.
La mejora de las previsiones económicas para el Estado responde, principalmente, a una evolución positiva de la demanda interna. Además, también prevén un aumento considerable del consumo en los próximos meses, puesto que consideran que habrá a un incremento moderado de los ingresos reales y una normalización progresiva de las tasas de ahorro. Al mismo tiempo, la transferencia de los fondos Next Generation y unas condiciones financieras que se entrevén más relajadas tendrían que hacer repuntar la inversión privada a sufrir del mes de junio.
Hay que reducir la deuda y también el déficit
El principal aviso que ha hecho el FMI al estado ha sido la reducción porcentual de la deuda y del déficit, aun así, celebra las mejoras que se han logrado con relación con la reducción de los dos parámetros durante el último ejercicio. «La cifra es elevada y la espacio fiscal es limitado«, lamenta el organismo. De hecho, el documento prevé que el déficit público se sitúe alrededor del 3% en los próximos años y la deuda en el 104% del PIB. En este sentido, alerta de un «gasto creciente» vinculado al envejecimiento de la población que generará «fuertes presiones adicionales sobre las finanzas públicas durante la próxima década».

En este sentido, el FMI subraya la necesidad de poner en marcha un programa de consolidación plurianual para mantener la deuda pública «en trayectoria descendente clara» y, al mismo tiempo, «reconstruir el espacio fiscal». «El hecho que la economía esté funcionando prácticamente a plena capacidad y se esté beneficiando de las transferencias de los fondos Next Generation, justifican una orientación fiscal restrictiva y sostenida», defensa.
Hacen falta nuevas medidas
Para conseguir este descenso del déficit y la deuda, el FMI ha propuesto varias medidas, entre las cuales destacan la supresión de las exenciones al IVA, armonizar los tipos de IVA y elevar los impuestos medioambientales a niveles similares a los otros países de la UE. Todo ello, siempre teniendo en cuenta las clases más vulnerables y acompañándolas de políticas activas de ocupación y del incremento de la oferta de vivienda asequible. En este punto, el organismo también se fija en las medidas que pretenden grabar los beneficios extraordinarios de entidades bancarias y empresas del sector energético. Sobre esto, el FMI cree que la definición de «ganancias extraordinarias» tendría que quedar muy definida para minimizar «efectos que podrían provocar distorsiones» al mercado.
Al mismo tiempo, el FMI apuesta por mejoras en la eficiencia del gasto público y políticas orientadas a hacer frente a la «creciente presión» derivada del envejecimiento de la población. En relación con esta cuestión, el FMI propone extender el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación, ampliar la edad de jubilación, reformar el sistema de subsidios para la desocupación para trabajadores de 52 años o más o introducir un crédito fiscal para los trabajadores con menores ingresos.