Trasladarse fuera del Estado español y subir un 7% los dividendos a los accionistas. Esta es la principal conclusión de la primera junta de accionistas de Ferrovial que se ha celebrado en Ámsterdam, donde la compañía se instaló en junio del año pasado. La propuesta la ha hecho el presidente Rafael del Pino. Así, el consejo de administración de Ferrovial ha decidido el reparto de un dividendo de 0,75 euros por acción a lo largo de este año, y esto supone un incremento del 7% respecto a los 0,7 euros distribuidos el año pasado.
Esta junta se ha hecho en un museo de la ciudad de los Países Bajos, con mucha menos expectación que la celebrada ahora hace un año en Madrid, cuando Ferrovial decidió dejar el Estado español e instalarse en Ámsterdam. Oficialmente, la decisión se tomó por la «constante solidez crediticia y estabilidad económica» de este país y para conseguir un mejor posicionamiento internacional. Ahora, Ferrovial cotiza en la bolsa de los Países Bajos y no en la del Estado español. El trasladado se hizo con la oposición del gobierno de Pedro Sánchez.
En un futuro, cotizar en Nueva York
En su discurso, del Pino ha vuelto a reiterar la importancia del mercado norteamericano, especialmente el estadounidense, donde destinó un 70% de sus inversiones el año pasado, y en el mercado bursátil, donde espera cotizar pronto. También ha vuelto a defender la decisión de la empresa de trasladar su sede a Países Bajos para cotizar, primero en Ámsterdam y posteriormente en Nueva York, argumentando que Ferrovial será capaz de acceder a un mayor abanico de capitales y atraer más valor y liquidez con su cotización en el Nasdaq.
El pago que la compañía hace a sus accionistas volverá a dividirse en dos pagos, el primero de 0,3 euros (previsiblemente en julio) y el segundo de 0,45 euros (en noviembre), en ambos casos en formato
305 millones en impuestos en el Estado español
Todo y su traslado en Ámsterdam, Ferrovial pagó el año pasado en el Estado español 305 millones en impuestos, lo que supone un 8% más que en 2022. Del total, 152 millones fueron en impuestos directos, un 20,6% más, y 153 millones, en impuestos recaudados, un 2% menos.
