El crecimiento de la Unión Europea continúa estancado. Así lo ha confirmado este martes la oficina estadística Eurostat, que también ha añadido que el producto interior bruto de la zona euro registró una contracción del 0,1% en el tercer trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando se expandió un 0,2%, confirmando así sus estimaciones preliminares.
Estos últimos datos publicados suponen un descenso de tres décimas respecto al segundo trimestre y la primera caída que la economía de la eurozona registra desde finales de 2020, coincidiendo con la segunda oleada de la covid. Además, los datos llegan en un momento en que la ocupación continúa a el alza, registrando una mejora del 0,3% en comparación en el trimestre anterior.
Si comparamos estos datos con las de hace un año, tanto la economía de la zona euro como el PIB de los Veintisiete registraron sendas tasas de crecimiento del 0,1% anual. De este modo, el comportamiento de la economía de la eurozona entre julio y septiembre fue sensiblemente peor que el observado a los Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 1,2% trimestral, mientras que también estuvo por debajo del desempeño del Reino Unido, que se estancó en el tercer trimestre.
El estado continúa por sobre la media europea
Entre los países de la UE, las mayores tasas de crecimiento trimestral correspondieron en Polonia (1,4%), Chipre (1,1%) y Hungría (0,9%), mientras que los peores datos fueron los de Irlanda (-1,8%), Finlandia (-0,9%) y Austria (-0,6%).
Así mismo, de las principales economías del euro, el estado español volvió a mostrar un buen ritmo de expansión, con un 0,3% en el tercer trimestre, frente al 0,4% de los tres meses anteriores, por lo cual continúa por encima de la media europea. También destaca, en este hacia mal, la evolución de Alemania, que ha registrado una contracción del 0,1%. Esto supone una reducción de dos décimas respecto al segundo trimestre y sitúa por segundo trimestre consecutivo el crecimiento del país por debajo la media de la eurozona.
Francia, por su parte, se anota una mejora del 0,1%, a pesar de que la cifra es cinco décimas inferior a la registrada entre abril y junio, mientras que Italia consigue recuperarse de la caída del segundo trimestre (-0,4%) y mantiene el crecimiento en plan (0%). De su lado, Países Bajos experimentó una contracción del PIB por tercer trimestre consecutivo, con una caída de la actividad del 0,2%, después de los retrocesos del 0,4% y del 0,5% en el segundo y primer trimestre del año, respectivamente.