El anuncio de la construcción de una nueva desalinizadora en Cataluña, concretamente en la «Costa Brava Norte», por parte de la Generalitat ya tiene la primera reacción económica. La Asociación de Empresarios de Hostelería del Alt Empordà y la Asociación de Empresarios Roses – Cap de Creus ha celebrado la intención del Gobierno de construir una desalinizadora fija en el norte de la Costa Brava. Desde el empresariado ampurdanés señalan, en declaraciones recogidas por la ACN, que una infraestructura de este tipo es «importante para garantizar el suministro de agua», sobre todo en épocas de sequía como las que está atravesando Cataluña.
La patronal hotelera ampurdanesa ha destacado que en la cuenca de la Muga las precipitaciones son escasas por culpa de su situación geográfica, un hecho que demuestra que la construcción de la desalinizadora es clave para reaccionar a épocas en las cuales haya escasez de lluvias. De hecho, han destacado que la Muga fue uno de los primeros lugares de Cataluña que sufrió las consecuencias de la sequía, y por eso ven con buenos ojos la construcción de una desalinizadora fija que pueda garantizar el suministro en periodos de sequía, pero que cuando se pueda usar agua dulce de la cuenca haga que la desalinizadora tenga menos actividad. «Dará tranquilidad al sector y a la ciudadanía», señalan.

La Asociación de Empresarios de Hostelería del Alt Empordà y la Asociación de Empresarios Roses – Cap de Creus ha querido destacar, pero, que la construcción de la desalinizadora no es el único paso que se tiene que hacer desde las administraciones, puesto que por la situación geográfica de la Muga y la escasez de las lluvias piden que se sigan impulsando «medidas para controlar y reducir el consumo de agua» y que se fomente a la ciudadanía de la Costa Brava a hacer un ahorro y un uso racional de los recursos hídricos.