La falta de implantación de infraestructuras para producir energía renovable a Cataluña no es ningún secreto. Hace años que el empresariado del país presiona al Govern para que haga una pasa adelante en esta materia y facilite la implantación para que Cataluña pueda dar un paso adelante en esta materia. Precisamente sobre este conflicto se debatió ayer al Cercle d’Economia donde el empresariado volvió a insistir al ejecutivo catalán que, de una vez por todas, abre los ojos y apueste por las renovables.
En un debate titulado
No es solo una crisis energética
El encargado de abrir el coloquio fue Joan Vila, que recordó que esta crisis no es solo energética, sino también de materias primas y que viene de más allá de la guerra de Ucrania. En esta línea, el empresario apostó por un cambio en la oferta para reducir la cantidad de materiales y energía que consume la sociedad catalana. Al final, esta tesis se traduce al construir una sociedad más eficiente que consuma la mitad del que consume actualmente. Además, Vila aseguró que conseguir este objetivo es posible tecnológicamente sin tener que renunciar al bienestar actual. En esta línea, Vila recordó que actualmente Cataluña, y toda Europa, sufre un exceso de demanda que, a la vez, se encabalga con un problema de oferta importante que ha acabado desembocando con la inflación actual.
En una línea ligeramente diferente, Izquierdo recordó que, efectivamente, el cambio climático es una realidad y que como tal es una responsabilidad colectiva intentar poner solución. Todo ello tendría que llevar tanto al empresariado como las administraciones a adaptarse a esta realidad y actuar de manera inmediata e intentar reducir al máximo las emisiones, recordando que un 74% de las emisiones en Cataluña provienen de la generación energética. Sentenciando que Cataluña todavía está muy lejos de las exigencias europeas en materia energética y que, por lo tanto, el país, con las administraciones al frente, ha «de actuar ya» con hitos claros y alcanzables que permitan ver como el país avanza en esta materia.

«Necesitamos menos inseguridad jurídica»
Por su parte, Garcia reclamó a las administraciones, catalanas y españoles, un marco jurídico más seguro para que las empresas privadas inviertan en el territorio con más seguridad. Desde el punto de vista de la experta, esta inseguridad dificulta que se puedan llegar a los objetivos de renovables marcados y provoca que Cataluña no acabe de avanzar al ritmo que se espera. Además, Garcia reclamó, tanto al sector privado como al público, que estén preparados por cualquier escenario imaginable, puesto que en los próximos meses, incluso años, el mercado seguirá siendo muy volátil. De hecho, llegó a asegurar que los precios seguirán siendo muy inestables y tenderán a ser caros. Por lo tanto, en definitiva, la experta avisó que las empresas tienen que preparar una buena estrategia para minimizar los riesgos que pueden sufrir las empresas en los próximos tiempos.
Desavenencias entre administración y empresariado
La ronda de intervenciones la concluyó Castellanos, que a pesar de no ser responsable de la política energética del Govern, fue el encargado de explicarla, y posteriormente defenderla, ante un auditorio que contaba, entre otros, con el presidente del Círculo, Jaume Guardiola, o el presidente de FemCat, David Marín. Para empezar, el secretario de Empresa recordó que la estrategia del Ejecutivo catalán se enmarca en la idea de conseguir la neutralidad de emisiones y climática el 2050, que es el dictamen marcado por Bruselas.
De hecho, la idea del Govern es «garantizar soberanía energética» de Cataluña con un sistema basado en las energías renovables. En esta línea Castellanos gritó a reducir demanda y buscar principales focos de demanda, la industria y el transporte, se electrifiquen. Ahora bien, el mismo secretario ya admitió que quizás no es posible en muchos casos, sobre todo industriales y en el transporte pesado, por lo tanto, decidió abrir la puerta a la posibilidad de apostar por el hidrógeno verde. Aunque en este punto Castellanos admitió que el hidrógeno tiene limitaciones porque pose más presión sobre las renovables, una materia en la cual Cataluña no es un alumno aventajado.

A pesar de que esta última afirmación es cierta, y Castellanos admitió que Cataluña no tiene «el ritmo esperable en el despliegue» de renovables, el secretario intentó defender la política del Govern recordando la aprobación del decreto de renovables. Este nuevo marco legal, aseguró Castellanos, está empezando a «revertir la tendencia de una década perdida» añadiendo que, como mínimo, el Govern ya no está con los brazos cruzados.
Ante la defensa de la política pública catalana, Vila volvió a tomar la palabra y sentenció que la explicación de Castellanos era el mismo que empujar la pelota adelante, recordando que el rendimiento del hidrógeno es muy bajo y no puede competir con la electricidad. En esta línea reclamó al ejecutivo que no solo se limiten a hablar de hidrógeno, sino que hay otros renovables como el biogás o la biomasa, sentenciando que el país tendría que estar implantando 1.200 megavatios anuales para llegar a tiempo a la transición energética.
De hecho, en esta línea el CEO de LC Paper aseguró que el cambio que se tiene que producir en Cataluña «es tan potente» que si no se concreta el país «podría tomar mal de verdad» que podría comportar el fin de la industria catalana. Vila cerró su intervención reclamante a Castellanos que la Generalitat reduzca los tiempos para ejecutar las inversiones industriales, puesto que actualmente son demasiado largas- Una intervención que provocó el aplauso del auditorio-.
Como réplica, Castellanos negó que el plan del Govern sea «empujar una pelota adelante», y recordó que en los presupuestos actuales ya hay preparada una partida de 5 millones para crear el Centro de Descarbonización de la Industria, una institución que tiene que buscar alternativas por la descarbonización. Además, tendrá el poder para indicar cuáles son los proyectos son esenciales por el país, una etiqueta que comportará una reducción importante de los trámites para que los proyectos vean la luz.