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El mal momento de la industria hunde la confianza empresarial catalana

La confianza de los empresarios catalanes sigue sin mejorar. Según ha publicado este miércoles el Idescat, de cara al cuarto trimestre del año se ha reducido casi un 2% respecto a los meses estivales, y aunque todos los sectores de actividad han rebajado sus expectativas, el que más lo ha hecho ha sido la industria con una bajada del 4,5%. Estos datos no sorprenden teniendo en cuenta que tanto la producción industrial como las previsiones del Banco Central Europeo para el sector no son buenas. De hecho, en las actas de la reunión del BCE del pasado mes de julio, los banqueros centrales ya alertaban que la industria continental podría estar mostrando una tendencia a la baja de carácter estructural. “Es difícil que un fenómeno cíclico de corto plazo pueda explicar completamente el pobre rendimiento del sector manufacturero”, aseguraban entonces los gobernadores. Además, también alertaban de la posibilidad de que el sector secundario de la UE esté a las puertas de una “pérdida estructural de competitividad” que haya llegado para quedarse.

La razón es que en los últimos años las exportaciones de bienes y las principales cadenas manufactureras europeas, especialmente las comunitarias, han ralentizado su expansión, incluso en aquellas economías que habían superado los episodios potencialmente recesivos que se sufrieron en el centro de Europa durante el 2023, como por ejemplo Alemania. Esto ha llevado a que la supervivencia del PIB se encuentre en manos del sector servicios, uno de los que más ha sufrido el episodio inflacionista.

Un operario trabajando en la línea de montaje en la fábrica de Seat en Martorell / ACN

Una lectura similar se puede extraer de las comparaciones del índice de confianza empresarial actual con el de hace un año, ya que en todos los sectores ha aumentado a excepción de la industria (‑0,1%), mientras que el que más ha mejorado ha sido la hostelería y transporte (2,5%). Todo esto, además, en un contexto en el que la Administración catalana ya lleva años luchando por reindustrializar la economía del país a través principalmente de la búsqueda de inversiones extranjeras y de la promoción del Pacto Nacional por la Industria.

Reducción de la producción industrial

Por otra parte, y más allá de las sensaciones y pronósticos de los empresarios y los banqueros centrales, cabe destacar que la producción industrial de Cataluña también se ha reducido en los últimos meses. Durante el pasado mes de agosto, el país registró una caída del 8,4%, la más elevada de todo el Estado. Al mismo tiempo, los demás territorios tradicionalmente industriales también registraron caídas importantes con una reducción del 7,7% en Andalucía, un 6,1% en la Comunidad de Madrid retrocediendo un 6,1%. Entre los tejidos empresariales más activos, solo se salvaron el País Vasco, que elevó su IPI un 3,6%, y Navarra, con un aumento del 6,2%.

El motor industrial europeo, en crisis

En cuanto al resto del continente, la situación es similar. Por ejemplo, la sombra de la recesión ha vuelto a planear sobre la economía de Alemania. Después de esquivar la mala racha durante el primer trimestre de este año, con un inesperado crecimiento del 0,2%, la principal economía de la zona europea volvió a los números rojos durante el segundo trimestre del año con una contracción del 0,1%, según informó la oficina estadística federal Destatis. A pesar de que los equilibrios macroeconómicos han garantizado que la locomotora europea haya esquivado la recesión técnica en los últimos trimestres, Alemania ha registrado decrecimientos en su producto interior bruto en cuatro de los últimos siete periodos estudiados.

Uno de los principales motivos del mal comportamiento de la economía de Alemania es el sector industrial. Según el último estudio del PMI productivo elaborado por el Banco Comercial de Hamburgo (HCOB), la nota de las empresas industriales cayó en agosto hasta el 42,1, desde un 43,2 en el mes de julio, lo que implica que, según las referencias de la investigación de HCOB, una situación de decrecimiento. Según el estudio, los productores de bienes de consumo, industriales e intermedios “registraron la peor caída de nuevos pedidos en nueve meses”.

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