La previsión de crecimiento de la economía española para 2023 se eleva hasta el 2,4%, ocho décimas más del 1,6% que se preveía en marzo. Así lo ha constatado el BBVA Research en la presentación este martes de un estudio que recoge que la mejora se explica por las revisiones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística, pero también por una «sorprendente y positiva evolución de las exportaciones», que compensa la atonía de la demanda interna. Sin embargo, el servicio de estudios del BBVA ha rebajado la previsión de crecimiento para 2024 desde el 2,6% al 2,1%, porque detecta «incertidumbres más grandes en la economía mundial» el año que viene.
Esta nueva predicción se asemeja mucho más a la que dio la vicepresidenta del gobierno español, Nadia Calviño, quien hasta ahora ha hecho las aproximaciones más acertadas de la cuestión. Aun así, lo equipo de analistas del banco, asegura que en 2024 será diferente. Y es que, la sequía también será uno de los factores que más condicionará el crecimiento de la economía. A la vez, apuntan que las restricciones al aumento de la oferta hotelera hacen poco probable que incrementos adicionales de la demanda puedan ir acompañados de más disponibilidad de plazas.
Exportaciones y ocupación, las claves del éxito
En cuanto a este año, el servicio de estudios del BBVA remarca que las exportaciones explican el buen comportamiento de la economía, con una contribución especialmente importante de los servicios. De acuerdo con los datos de compras con tarjeta de los extranjeros a los terminales punto de venta del BBVA, el segundo trimestre del año se podrían lograr niveles de gasto un 60% superiores a los observados en el mismo periodo de 2019. También destacan el crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos, que han aumentado un 30% desde finales de 2019 y ya representan casi el 9% del PIB.
Por otro lado, la ocupación y los precios también han mostrado un comportamiento más positivo que el esperado en marzo. Así pues, calculan que las empresas están creando puestos de trabajo a un ritmo que supondría añadir casi 500.000 puestos de trabajo en el año, el doble del que se preveía en marzo. Así mismo, desde febrero y hasta mayo, la inflación ha mostrado «un descenso que se puede sostener en el tiempo», logrando medias de 3,4% en 2023 y 3,2% en 2024.