La economía catalana continuó creciendo el 2022. Según los últimos datos disponibles, el producto interior bruto del país logró los 270.710 millones de euros, dato que supone un aumento del 5,5% respecto a los datos del 2021. Según ha publicado este lunes el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el comportamiento y evolución de la economía catalana durante el último ejercicio fue igual a la estimación avanzada para la economía española y dos puntos superior a la media de la UE, que se quedó con un crecimiento del 3,5%.
Desde el punto de vista de la demanda, hay que remarcar el aumento del consumo de los hogares (4,1%) y de la formación bruta de capital (3,8%). Por componentes, los bienes de equipación crecieron un 3,5% y la inversión en construcción, que se recuperó de los valores negativos del 2021, aumentó un 4,8%. En cuanto al consumo de las administraciones públicas, muestra una variación del -0,1%, después del aumento del gasto durante los años de afectación por la pandemia.
Uno de los otros puntos que ha permitido aumentar el PIB este 5,5% ha sido el aumento en las exportaciones, que aumentaron un 14,0% y supusieron un nuevo récord para el país con un total de 94.976 millones de euros. Este mantenimiento del crecimiento de las ventas exteriores se explica básicamente por la evolución del mercado turístico extranjero, puesto que las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 5,0%. Además, el crecimiento elevado del consumo de los extranjeros en el territorio (162,8%) facilitó que se recuperaran las cifras de la prepandemia. Por otro lado, las importaciones totales aumentaron un 7,5% respecto al año anterior, fruto sobre todo del crecimiento del consumo de los residentes al extranjero (82,9%). Las importaciones de bienes y servicios también se incrementaron en un 5,3%.
Aumentan los servicios, pero cae la industria
En cuanto a la oferta, durante el 2022 destacó positivamente la evolución de los servicios, que aumentaron un 7,9%. Las actividades que registraron los crecimientos más elevados fueron lo comercio, transporte y hotelería, tres subsectores que durante la primera mitad del 2021 todavía se vieron castigados por las restricciones anticovid. Las actividades inmobiliarias, profesionales y otras, por su parte, crecieron un 6,5%, entre los cuales destacaron las agencias de viajes, los servicios jurídicos, publicidad y otras actividades profesionales. Por otro lado, la contribución de la Administración pública, educación, sanidad y servicios sociales aumentó un 1,7%.
Por su parte, la industria experimentó una caída del 2,0%, a causa de la baja fabricación de vehículos de motor y el mantenimiento de la actividad de las industrias más importantes como la alimentaria y la química. Las principales ramas donde se reflejó mejora dentro de la industria catalana fueron la industria farmacéutica y la fabricación de maquinaria, que se contrastaron con el mal comportamiento de la metalurgia y el textil. La construcción, por su parte, mostró un aumento del 4,5%. Finalmente, el sector primario también presentó una disminución del 13,9%.