La agencia de calificación canadiense DBRS Morningstar anunció ayer, viernes 15 de diciembre, que Cataluña verá como su calificación pasa de ser BBB con perspectiva estable a ser BBB con perspectiva positiva. Apuntan que la economía catalana crecerá, de forma baja pero continuada, en un contexto con altos tipos de interés y una demanda exterior más «débil».
La relación entre el gobierno del Estado español y la Generalitat, clave
DBRS considera que la «normalización» de la relación entre los gobiernos de España y Cataluña y una «probable» condonación de parte de la deuda con el Fondo de Liquidez Autonómica y la vuelta de las reglas fiscales. La agencia canadiense considera que la evolución de la deuda tiene una buena perspectiva de futuro, puesto que podría mejorar de forma sustancial, un hecho que podría causar que la calificación de Cataluña siguiera subiendo.
Eso sí, la agencia de calificación ha recordado al gobierno de la Generalitat de Cataluña que los ‘ratings’ del Gobierno podrían subirse todavía más si la reducción de la deuda se aplica rápidamente y la relación entre los gobiernos del Estado español y Cataluña sigue avanzando «hacia la normalización». Si Cataluña tiene un presupuesto equilibrado y no aumenta su deuda, y si se sube la nota del gobierno español, esto también podría comportar la mejora de la nota catalana.
El debate sobre la independencia no afectará
DBRS dice que la cuestión histórica de Cataluña es algo que quedará «estructural a medio y largo plazo», un debate que en el Estado español no gusta, por eso la agencia de calificación canadiense no descarta que puedan volver a vivirse «tensiones esporádicas», a pesar de esto confían que «la relación económica e institucional entre los dos gobiernos no se deteriorá significativamente».
La calificación de Cataluña podría volver a bajar si no se concreta la reducción de la deuda del FLA o si este no sirve para reducirlo rápidamente o si la tensión política aumenta.