Ada Colau se rinde. No luchará la alcaldía de Barcelona. Al menos esta es la sensación que ha dejado la aún alcaldesa después de abrir la 38.ª reunión del Cercle de Economia. Durante su intervención -que ha sido francamente corta- Colau ha repasado su tarea de gobierno de los últimos ocho años y lo ha cerrado recordando que hay 24 regidores progresistas que pueden liderar la ciudad los próximos años. En esta línea, Colau ha asegurado que «como mujer de izquierdas» cree que «todos los retos que vienen» los próximos años se podrán asumir mejor teniendo «gobiernos progresistas» en Barcelona y que, por lo tanto, esta potencial mayoría se tiene que poner de acuerdo. Todo ello ha parecido una gran despedida dejando una alfombra roja para que los socialistas vuelvan a la plaza Sant Jaume 12 años después, esta vez con Jaume Collboni al frente. Aun así, Colau ha querido felicitar el ganador de las elecciones en Barcelona, Xavier Trias, pero ha insistido en el hecho que hará todo el posible para lograr el máximo de acuerdos para que haya gobiernos progresistas.
A pesar de este apunte político, Colau sabía dónde era y sabía qué quería sentir su audiencia, saber y constatar, una vez más, que la economía de la Barcelona va mejor que nunca, como ya hizo hace pocas semanas ante una audiencia parecida. En el que ha sido un claro repaso de los ocho últimos años de mandato, la alcaldesa ha recordado que se ha «modelado» el plan económico de la ciudad de cara al futuro, provocando que la ciudad «esté muy bien posicionada» para liderar la economía. De hecho, ha apuntado que hoy en día Barcelona es de las «20 ciudades más competitivas del mundo» y lidera la recuperación pospandemia en el estado español, tanto en cuanto al PIB como en la creación de empresas con récords históricos de ocupación y contratos indefinidos.
Transformación de la ciudad
Durante su discurso, Colau también ha hecho bandera de la transformación que ha vivido la ciudad los últimos ocho años. En este caso ha destacado el cambio más evidente, el cambio urbano que todavía está viviendo la capital catalana con la llegada de las pacificaciones y las superilles. A continuación ha aprovechado para ligarlo con la idea que todos estos cambios han propiciado que grandes acontecimientos, como lo MWC o la Copa América, haya escogido Barcelona como sede, hecho que aporta un valor añadido en la ciudad.
En el universo de la transformación barcelonesa, Colau también ha destacado la faceta económica, recordando que el 2015 Barcelona vivía del «monocultivo del turismo» y que en estos años con ella al frente del consistorio se ha diversificado. La alcaldesa se ha mostrado satisfecha de haber podido regular y gobernar el turismo y conseguido, en consecuencia, ser el principal hub tecnológico del sur de Europa.
Por último, Colau también ha querido agradecer la tarea del Cercle de Economia los últimos años, destacando que ha sido una institución que siempre ha sido dispuesta a dialogar «serenamente» a pesar de que no siempre han estado de acuerdo. Además, ha destacado que esta buena sintonía se ha dado en un contexto muy complicado con el retorno de la guerra a Europa, la pandemia de la Covid, el proceso y la judicialización de la política o la emergencia climática.
