Los beneficios de Cementos Molins aumentaron un 40% entre enero y junio, hasta los 80 millones de euros, según ha informado este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este incremento ha ocurrido gracias al aumento del resultado operativo y por el efecto que ha producido la comparación con el primer semestre de 2022, que estuvo muy afectado por la desaceleración económica, la inflación y las tensiones de la cadena de suministro. Durante los seis primeros meses del año, las ventas subieron hasta los 705 millones de euros, un 16% más que en el primer semestre de 2022, con incrementos en todas las regiones y negocios y con un impacto positivo tanto en volumen como en precios.
Según Cementos Molins, los seis primeros meses del año no han estado exitosos, todo y los buenos resultados, puesto que se han visto impactados por la ralentización de la actividad en el segundo trimestre. En cuanto al Ebitda, el parámetro llegó a los 179 millones, cifra que representa un incremento del 36% en comparación con los seis primeros meses del año pasado. La mejora de los resultados operativos ha estado por el aumento del volumen, el impacto de los planes de eficiencia, la mejora de los precios de venta y la mejora de los precios de los combustibles y energía en los seis primeros meses de este año, según la empresa. En referencia a la deuda financiera neta, durante el primer semestre disminuyó un 57% hasta los 69 millones de euros.
Cimientos sólidos de cara el 2030
En este sentido, Cementos Molins avanza que la «sólida situación financiera es una gran palanca para la ejecución de nuevas oportunidades de crecimiento y de inversiones previstas a la hoja de ruta de sostenibilidad 2030». Así pues, la compañía ha celebrado estos resultados, a pesar de que hayan quedado ligeramente por debajo las expectativas. Sin embargo, la compañía ha reiterado la suya «fortaleza» y crecimiento que los ha puesto en la cúspide del mercado desde ya hace años.