La IPC recupera durante el mes de mayo la tendencia descendente que imperaba desde el pasado verano. Según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística, los precios al consumo se situarían durante el quinto mes del año en el 3,2%, un retroceso de nuevo décimas respecto del 4,1% logrado en abril. En caso de confirmarse la estimación del Instituto, la de mayo sería el dato de inflación más baja desde julio del 2021, al inicio de la espiral inflacionista, cuando el índice se quedó en el 2,9%; y empieza a acercar la referencia de precios al anclaje objetivo del Banco Central Europeo del 2%.
La nueva caída de los precios al consumo confirma la hipótesis de la ministra de Asuntos Económicos del gobierno español Nadia Calviño, que aseguraba que el repunte de ocho décimas de abril respondía a «efectos de base»: el inicio de la aplicación de medidas para la contención del precio de la energía y la implementación del

Precios a Europa
De este modo, Calviño celebra «la eficacia de las medidas» del ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez en la hora de enfrentar la crisis de precios. El dato de mayo confirma que el Estado español -y Cataluña, que a la espera de los datos definitivos del INE suele ir avance en la contención de los datos inflacionistas- es ya «uno de los países con la inflación más baja de la Unión Europea». Sin ir más lejos, mercados similares a la Unión se quedan varios puntos por encima del índice español de precios. Las alzas generalizadas de abril dejaron el IPC francés frotando el 6%; y el alemán, en una economía mucho más afectada por la erosión de los últimos años, por encima del 7%.
La subyacente encadena caídas
Por su parte, la inflación subyacente se sitúa en el 6,1%, cinco décimas por debajo de la de abril, y encadena ya dos meses de descensos. De este modo, la inflación sin alimentos no elaborados ni energía empieza a moderarse después de haber logrado picos de entre el 7,5 y el 7,6%, más de cuatro puntos por encima del índice general. La primavera, así, empieza a alejar los posibles efectos de segunda oleada en la crisis de precios, si bien el IPC permanece más de un punto por encima de los objetivos de los reguladores internacionales.