España continúa incumpliendo con el Tratado de la Carta de la Energía (TCE). En esta ocasión el conflicto ha desembocado en un nuevo embargo para España -como ya hizo el Reino Unido- y una nueva reprobación judicial a Bélgica. En esta ocasión, los tribunales belgas han autorizado el embargo de hasta 32 millones de euros. En esta ocasión, y ante los incumplimientos reiterados del gobierno español, los tribunales intervendrán los pagos de Eurocontrol a Enaire, confiscando de este modo los ingresos de España por concepto de tráfico aéreo.
La justicia belga sigue los pasos de los tribunales británicos y autoriza el embargo de los ingresos que obtiene España por la gestión de control de su tráfico aéreo. Estos pagos pasarán ahora a manos de una de las compañías afectadas por el impago de 26 laudos que condenan en España a indemnizar con 1.560 millones de euros a las empresas que sufrieron la retirada retroactiva de las primas renovables.
Embargos en el Reino Unido
Todo ello se debe a la continua negativa del gobierno español a cumplir con los laudos dictados por tribunales como el CIADI -órgano dependiente del Banco Mundial- y ha provocado la activación de complejos procedimientos de ejecución que han resultado en el embargo de varios bienes y activos en propiedad de España. Los primeros a hacerlo fueron los británicos, que ya han reconocido la existencia de estas deudas y han autorizado el embargo cautelar de la sede del Instituto Cervantes en Londres, la oficina británica de promoción económica de la Generalitat de Catalunya, el edificio de la Escuela Internacional Vicente Cañadas, cuatro cuentas bancarias o el derecho de cobro de la indemnización por el desastre del

En la decisión que ahora transciende, la justicia belga responde a una petición presentada originalmente ante el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas y que resolvió la sala 17 de la Corte de Apelaciones de Bélgica, que autoriza el embargo reclamado por Blasket Renewable Investments, una de las 26 empresas afectadas por los impagos, titular del caso Infrared.
Nada impide en el estado a pagar las delgadas
En esta histórica decisión, el juez señala que los artículos 1412 y 1539 del Código Penal belga abren la puerta al embargo de activos de terceros países. Este mecanismo ha sido invocado por los acreedores para solicitar el embargo de los ingresos que recibe España en virtud de las tarifas de control del tráfico aéreo que Eurocontrol canaliza cada mes en sus pagos a Enaire. De hecho, la decisión del juez concluye que «el demandante tiene un derecho de cobro que hace en España susceptible de sufrir el embargo reclamado«. Considera, además, que «no hay duda que en España se le ha ordenado efectuar los pagos correspondientes derivados de procedimientos plenamente ejecutables». A la vez, añade que «nada impide en España cumplir voluntariamente con su obligación de pagar a sus acreedores».
En total, la deuda acumulada por España hacia la empresa denunciando asciende a un total de 32 millones de euros. Aun así, en un principio el laudo original era de 28 millones de euros, pero desde entonces se han acumulado 4 millones de euros adicionales, en concepto de intereses de demora. Además, España ha tenido que pagar más de 4,6 millones de euros por este mismo caso, en concepto de condenas en costas. En total, la factura acumulada por esta disputa rondaría los 41 millones de euros.
España debe unos 1.800 millones de euros
En total, hay 26 empresas de energía renovable afectadas por impagos han revelado que la suma de la compensación, intereses y costes legales se sitúa actualmente alrededor de los 1.800 millones de euros. Además de los embargos aprobados por los tribunales británicos y belgas, España está bregando así mismo con la amenaza de la activación de un procedimiento de incumplimiento técnico de deuda que afectaría cuatro títulos de deuda pública. Esta controversia ha causado ya un mal de hasta 7.300 millones de euros a la economía española, en términos de mayor riesgo e incertidumbre o encarecimiento de la financiación.
En esta línea, el estado español ya acumula un mayor número de laudos pendientes de pago que Venezuela o Rusia y para intentar evitar que esta situación se continúe agraviando, las empresas afectadas desean llegar a un acuerdo con el gobierno español y ya han propuesto una solución constructiva que permita poner fin al litigio y articular el pago por parte del ejecutivo español. Los afectados también se han mostrado abiertos a reinvertir en España, siempre que se restablezca la seguridad jurídica.

La decisión del tribunal belga coincide con el esperado traslado en Bruselas de la ministra de Transición Ecológica y encara vicepresidenta tercera del gobierno española, Teresa Ribera, de quien se espera que presente la candidatura a formar parte de la próxima Comisión Europea. Aun así, ha sido la misma Ribera quien, en los últimos años, según aseguran las empresas, ha bloqueado constantemente cualquier tipo de acuerdo. Ante su posible salto en Bruselas, las empresas afectadas consideran vital que Ribera facilite un acuerdo que vacíe la situación, evite nuevos embargos y rechazo las dudas sobre su compromiso con los inversores en renovables.
Es importante señalar, así mismo, que esta decisión de la justicia belga llega después de dos pronunciamientos recientes en los cuales los tribunales de Suiza y Alemania se han pronunciado contra España en relación con varios aspectos relacionados con los impagos. Por otro lado, la Corte Suprema de Australia ha abierto la puerta a confiscar bienes del Reino de España por este mismo motivo. Finalmente, en los Estados Unidos están en marcha una decena de procedimientos judiciales por el mismo motivo. En el caso más relevante de todos, que afecta la empresa NextEra, la primera vista oral tuvo lugar el pasado mes de febrero. A lo largo de la sesión, la justicia del país norteamericano tomó una posición muy crítica con las actuaciones españolas.