El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este miércoles el inicio de la fase de preparación para introducir el euro digital en la eurozona. En este sentido, la organización pretende utilizar esta etapa para fijar las bases por el uso de esta nueva tecnología, así como poder desarrollar su infraestructura. En concreto, la prueba se pondrá en marcha el 1 de noviembre y se prevé que dura dos años. No obstante a esto, el BCE asegura que la fase inicial no implica la emisión del euro digital, sino que simplemente es un proceso para avanzar trabajo y estar preparados para cuando lo acabe de aprobar la Unión Europea. La decisión adoptada por la entidad llega después de concluir dos años de investigaciones sobre su viabilidad y utilidad.
Precisamente, esta investigación, que ha concluido con la publicación de un informe este mismo miércoles, defiende la puesta en marcha de un euro digital «ampliamente accesible para todos los ciudadanos y las empresas» y que sería distribuido por «intermediarios supervisados» como las entidades de crédito. De este modo, se podría asemejar a una nueva forma digital de efectivo y «se podría usar a todos los pagos digitales de la zona euro». A la vez, el informe también apunta que ofrecería «el máximo nivel de privacidad, permitiría a los usuarios liquidar pagos de forma inmediata con dinero del banco central y se podría utilizar en operaciones entre particulares, en puntos de venta, el e-commerce y con las administraciones públicas».

En este sentido, el BCE indica que su intención es que los usuarios puedan tener acceso a los servicios del euro digital, tanto a través de aplicaciones en línea proporcionadas por sus proveedores de servicios bancarios o a través de aplicaciones creadas por el mismo banco central. Por los que no tengan acceso a dispositivos digitales, la entidad pondrá a disposición de los usuarios una serie de tarjetas, las cuales se podrán recoger en organismos públicos como las oficinas de correos. «Ningún instrumento de pago digital ofrece estas características, y el euro digital cubriría esta brecha», resume.
Una herramienta por un futuro más eficiente
Con el lanzamiento de la nueva fase, el BCE también pretende llevar a cabo pruebas y experimentos para desarrollar un euro digital que satisfaga las necesidades de los usuarios y cumpla con criterios como la privacidad, la inclusión financiera o la sostenibilidad medioambiental. Una vez finalice la fase de preparación, el consejo de gobierno del banco central decidirá si pasa en la siguiente etapa, que ya consistirá a ultimar los preparativos necesarios para una posible futura emisión e introducción del euro digital.