El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) mantiene sin cambios los tipos de interés en su reunión de este jueves, la última de 2023. De este modo, apacigua las esperanzas de una posible rebaja de los tipos al final de este año a pesar de la buena situación en la cual se encuentra la inflación. Ahora bien, los expertos consideran que la rebaja llegará en verano de 2024, cuando la inflación se acerque más a las expectativas de la administración europea. En otras palabras, los tipos bajarán cuando la inflación europea no supere el 2%. A pesar de la parada, el precio del dinero a la eurozona se mantiene en los niveles más altos desde medios de 2000.
Si bien los expertos dan por hecho que la política monetaria del BCE ha entrado en un nuevo capítulo, no esperan ninguna señal de la entidad que los recortes puedan llegar a la primavera. Así pues, los analistas ya predecían el que ha acabado pasando este jueves, cuando el BCE ha anunciado que se mantiene “a la espera” para abrir la puerta a las rebajas de los tipos. Además de la pausa sobre el tipo de interés básico, el resto de tipo que controla el BCE tampoco han sufrido variaciones. Así, el tipo para los préstamos inmediatos queda fijado en el 4,75%, mientras que el tipo que se aplica a las entidades para depositar dinero en el banco central se mantiene en el 4%.

Los expertos pronostican recortes por el año que viene
De este modo, aunque reconocen que las opciones de un recorte en abril han aumentado, subrayan que todavía no son obvias. “Nos atenemos a un primer recorte trimestral en junio y medidas más rápidas en 2025”, apuntan, mientras que contemplan la posibilidad que el BCE decida finalizar antes del esperado las reinversiones de su programa de compra de deuda por la emergencia pandémica, PEPP. “Nos parece ligeramente más probable que el BCE inicie su ciclo de recortes de 25 puntos básicos trimestrales ya en junio”, señala el experto, añadiendo que es probable que el BCE recorte 75 puntos básicos los tipos a lo largo de 2024. En cualquier caso, el economista apunta que si el lenguaje relativo al mantenimiento de los tipos en los niveles actuales durante un periodo bastante largo se suaviza, “el BCE podría estar abriendo la puerta a recortes antes del que se prevé”.