Lo Banco Central Europeo continúa en alerta por las tendencias de la inflación. A pesar de haber cerrado el 2023 cerca de los objetivos a medio plazo de la institución, el índice de precios de consumo de la zona euro permanece todavía por encima del 2% que indica una situación de equilibrio. Así, el economista en ninguno de la institución y representante de Irlanda a la tabla de gobernadores de la política monetaria a la Unión, Philip Lane, asegura que el control de precios «tiene que avanzar más encara» para lograr los objetivos marcados.
En una entrevista concedida en RTVE, el economista irlandés reconoce que la subida de tipo de interés que ha marcado la línea política de Frankfurt desde el otoño del 2022 ha sido «la dirección correcta». La bajada en actividad económica y el enfriamiento del crédito, razona Lane, han hecho que la economía de la Unión recupere un parecido de normalidad de precios «más rápidamente del esperado», a pesar de que la tarea todavía no está completada. «La tendencia es muy buena, queremos que continúe y nos queda un poco de tiempos», declara.

Calma a los mercados
Las declaraciones de Lane –partidario de los conocidos como halcones dentro del consejo de gobierno, los defensores de una política monetaria estricta– hacen caer un jarrón de agua fría sobre las expectativas de los mercados financieros. La gran banca, especialmente la dedicada a la inversión, hace meses que argumenta a favor de una bajada de tipo de interés rápida e intensa para favorecer la recuperación de los préstamos, tanto particulares como corporativos, a territorio europeo. A pesar de que el irlandés concede la necesidad de bajar la cifra de referencia crediticia, rechaza dar una fecha exacta, apuntando que «el momento dependerá de los datos».
Riesgo de las armas monetarias
Si bien Lane se muestra especialmente prudente, en la línea de perfiles más duros como el austríaco Robert Holzmann, o de la misma presidenta del instituto emisor Christine Lagarde, también alerta de los riesgos para el conjunto de la economía de mantener los tipos altos demasiados tiempos. Retardar el crédito más allá de las posibilidades de los mercados comportaría un enfriamiento excesivo que podría alimentar escenarios recessionistes, como los que ya han sufrido Alemania o los Países Bajos a lo largo del 2023. En este sentido, varios banqueros centrales de la Unión, con el principal representante de Portugal en Frankfurt Mario Centeno al frente, hace tiempo que alertan de la posibilidad de uno
El mismo Lane comparte que se tiene que tener cuidado con la consecución de los objetivos inflacionistas, recordando que son a medio plazo, y el 2% estándar es un indicador a futuro, no a presente. Así, continúa apuntando hacia la bajada del precio del dinero: «Si la inflación continúa mejorando, llegará un momento en el cual sea sensato alejarse de los actuales niveles restrictivos», sentencia.