El Banco de España asegura que hay que construir 600.000 viviendas hasta 2025 para suplir el déficit de inmuebles. A este más de medio millón de viviendas nuevas hay que sumarle los casi 4 millones de viviendas vacías o parados que hay en el estado, según los datos recogidos en su ‘Informe anual de 2023’. Este déficit de vivienda se explicaría, entre otros motivos, por la falta de suelo para construir y se concentraría en cinco provincias del país: Madrid, Barcelona, València, Málaga y Alicante. Otros motivos que explican esta falta de viviendas según el Supervisor español son el incremento de los costes, la escasez de mano de obra cualificada, el progresivo envejecimiento de los trabajadores y el déficit de formación profesional además de una carencia de inversiones destinadas a la adquisición y la promoción de nuevo suelo urbano.
De igual manera, el Banco de España señala que la caída de la vivienda disponible se debe al auge del alquiler vacacional de los últimos años, que supone ya cerca del 10% del mercado y tiene una ratio estimada en el 1,8% del total de viviendas principales del mercado residencial, con unas 340.000 viviendas. En cuanto a las viviendas vacías o paradas, una gran parte se encuentran en zonas con un menor dinamismo geográfico, mientras que una proporción importante se encuentran en mal estado y unas 450.000 forman parte del stock de vivienda nueva sin vender.
Según datos del informe, los particulares suponen un 92% de los propietarios de viviendas en el mercado del alquiler, frente al 8% de las personas jurídicas. Además, las viviendas arrendadas por particulares propietarios de más de 10 inmuebles suponen un máximo estimado del 7% en el conjunto del parque de alquiler. En el lado contrario, el peso del alquiler social es muy reducido en España, con una cifra estimada de este tipo de vivienda de 300.000 unidades, un 1,5% de las viviendas principales.
Hay que aumentar el parque público de vivienda
Para intentar solucionar esta baja ratio de vivienda pública, el Banco de España hace una serie de recomendaciones para aumentarlo. Por ejemplo, el supervisor reclama incrementar en más de un 150% la producción anual mediana de viviendas durante los próximos 10 años para conseguir en torno a 1,5 millones de nuevas viviendas para alquiler social. De igual manera también propone fomentar la colaboración publicoprivada para la promoción del alquiler, a través de profundizar en las medidas ya aprobadas de apoyo al sector privado, como la cesión de suelo público, la concesión de avales para la promoción de vivienda o ayudas financieras para el desarrollo de viviendas de alquiler asequible.
En el ámbito fiscal, el Banco de España sugiere revisar la tributación de la vivienda para incrementar la tributación sobre la propiedad recurrente de inmuebles, como, por ejemplo, el Impuesto sobre Bienes inmuebles (IBI), a la vez que se reduzca el resto de impuestos sobre la adquisición o la producción de viviendas para evitar un exceso de tributación sobre este activo. Sin embargo, señala que las propuestas que supongan una reducción de los impuestos vinculados a la producción y adquisición de viviendas tendrían que plantearse cuando se reduzcan los desajustes entre oferta y demanda en el mercado residencial porque, en caso contrario, una parte significativa de la reducción de impuestos se trasladaría en forma de un aumento del precio final de la vivienda, transfiriendo los recursos públicos a los promotores y a los propietarios de vivienda en venta.