El Banco de Inglaterra ha subido un golpe más el tipo de interés -la decimotercera vez consecutiva desde el estallido de la guerra de Ucrania- en medio punto, situando el precio del dinero en el 5%. En un comunicado publicado este jueves, el comité de la entidad ha justificado su postura recordando que la inflación se mantiene en niveles «más elevados de los esperados» y que hay que continuar «actuando» para situarla en el objetivo del 2%. Esta decisión va ligada a los últimos datos que se publicaron sobre la inflación en el país, que se situó en el 8,7% en mayo y una y una tasa subyacente del 7,1%, tres décimas más respecto al mes anterior y la cifra más alta desde el 1992.
Esta nueva subida ha creado cierta sorpresa, puesto que, inicialmente, los analistas apuntaban una subida de 0,25 puntos, pero los datos de inflación han acabado para hacer subir esta predicción. Según ha detallado el mismo Banco de Inglaterra, siete de los nueve miembros han votado a favor de una subida de 0,5 puntos, mientras que los otros dos preferían mantener los tipos invariables. De este modo, los tipos en el Reino Unido se sitúan en el nivel más alto desde el abril de 2008, meses antes de que estallara la crisis financiera.
Los ingleses con Europa y lejos de los EE. UU.
La resolución de la entidad sigue en la misma línea que la que adoptó el Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada, que optó para incrementar los tipos de interés básico en 0,25 puntos, hasta el 4% y situándolos en el nivel más alto desde junio de 2007. A diferencia de los bancos europeos e ingleses, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) anunció la semana pasada el primer frenazo de tipo después de quince meses consecutivos al alza, manteniendo el precio del dinero en el tenedor entre el 5% y el 5,25%. Si bien la FED no descartó futuras subidas, argumentó que quería dar cierto margen para evaluar la evolución de los precios en un contexto de política monetaria restrictiva, marcado también por una tasa de ocupación «robusta» y un paro «bajo».
