Las estructuras fiscales españolas no se imaginan la vida sin los recursos de los catalanes. La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) Cristina Herrero ha reconocido en rueda de prensa que un concierto catalán -el modelo de financiación singular presentada por el departamento de Economía y Hacienda- sería «difícil de asumir» para las arcas españolas. «Cuanto más elevado es el peso económico de un territorio- declara Herrero- más difícil de asumir son este tipo de regímenes». En este sentido, desde la Autoridad abogan por conversaciones multilaterales que aborden el modelo de financiación de acuerdo con las demandas de todos los territorios del Estado; la suerte de «café para todo el mundo» que rechazó con claridad el presidente de la Generalitat Pere Aragonès el pasado miércoles en la presentación del Informe anual de la economía catalana.
Así, si bien desde la Airef conceden la necesidad de reformar la estructura de distribución de recursos que marca la capacidad de inversión de los territorios del Estado, Herrero reclama que todos los contactos que se puedan derivar sean multilaterales. «Una negociación fragmentada del modelo de financiación puede abocar a sorpresas», declara la presidenta. En el sentido de su diagnóstico, hay que recordar que la aportación catalana al PIB es sustancialmente superior de la de los otros territorios las administraciones de los cuales controlan las claves de la caja: mientras que el país representa un 19% del valor de la economía española, el País Vasco solo supone el 6%.

Reprochados a Aragonés
El de la soberanía fiscal catalana es uno de los debates que ha dominado el inicio de la legislatura española, así como el camino hacia la formación de un nuevo Gobierno de la Generalitat. El presidente Aragonés, que presentó la que ha acontecido una de sus propuestas insignia poco antes de la convocatoria electoral, ha hecho bandera en todo acá. El pasado miércoles, de hecho, el jefe del ejecutivo catalán pasó a la ofensiva contra «aquellos que quieren diluir» la financiación singular. Herrero, pero, se ha desmarcado de la propuesta, alegando que «un supervisor fiscal no puede traspasar determinadas líneas». Aun así, ha insistido a la necesidad de abordar la reforma de la financiación des «de una perspectiva integral».