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Una segunda OPA podría causar al BBVA un agujero de 5.000 millones de euros

La “puerta trasera” que ha dejado abierta el BBVA para llevar adelante la OPA hostil sobre el Banco Sabadell entraña riesgos profundos, según varios analistas. La rebaja del umbral de aceptación de la oferta, que permitiría al banco vasco seguir adelante con su abordaje al catalán con solo el 30% de los derechos de voto adquiridos —en lugar del 50,01% que obliga el actual folleto— podría provocar un agujero en el capital del oferente de entre 1.000 y 5.000 millones de euros, según el banco de inversión Jefferies. Cabe recordar que esta alternativa obligaría al BBVA a lanzar una segunda OPA, en efectivo y a un precio equitativo, por la totalidad del capital no adquirido en el primer intento. Las condiciones de esta nueva operación serían la causa del impacto sobre el capital de la compañía que identifica la firma de análisis.

Tal como recuerda Jefferies en su último informe, en caso de que el BBVA opte por aventurarse a la segunda OPA, tendría que afrontar la compra en metálico de entre el 50 y el 70% de la capitalización del Sabadell. Con datos de este martes, el valor total de la entidad en bolsa es de 16.115 millones de euros. Por lo tanto, la oferta adicional oscilaría entre los 8.057 y los 11.280 millones de euros —»muchos miles de millones”, como advertía en una reciente entrevista con Onda Cero el consejero delegado catalán, César González-Bueno-.

Un gasto como este, según los cálculos de los analistas norteamericanos, sería el que generaría este déficit de capital de entre 1.000 y 5.000 millones; y empeoraría sustancialmente las previsiones económicas del mismo Banco de Bilbao. Hasta el punto, alertan desde el banco de inversión, que podrían llegar a amenazar el objetivo del 12% en la ratio de capital CET1 que se impone la directiva de la Vela. Así, entre otras cuestiones, BBVA se vería obligado a recortar algunos programas de remuneración del accionista, como la recompra de acciones por 1.000 millones de euros que aprobó en abril de 2025.

En todo caso, según Jefferies, esta opción solo sería “realista” si la ratio de aceptación queda por debajo del 50%, pero se acerca sustancialmente. Es decir, si, en primera instancia, BBVA logra comprar más del 40 o el 45% de los derechos de voto del Sabadell; y, por lo tanto, el gasto de la potencial segunda OPA no es tan exigente. Similar es el diagnóstico que han hecho desde Barclays: la entidad británica alerta que una segunda oferta, si la aceptación de la primera se queda cerca del 30%, podría llegar a «comprometer la disciplina de capital» del banco de Bilbao e, incluso, poner en riesgo sus objetivos de capital.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, con los presidentes del BBVA, Carlos Torres, y el Sabadell, Josep Oliu / EP
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, con los presidentes del BBVA, Carlos Torres, y el Sabadell, Josep Oliu / EP

Inseguridad entre los analistas

A pesar de esta alerta, el de Barclays consta entre los informes de analistas más favorables que ha recibido BBVA tras la mejora del precio de la OPA comunicada el pasado lunes. La entidad con sede en Londres valora los títulos del Sabadell en unos 3,2 euros, dos céntimos por debajo de la cotización actual. Ve, de hecho, como un «catalizador” la nueva ecuación de canje -4,8376 acciones vallesanas por una de la compañía resultante de la absorción-, especialmente para los grandes inversores.

Cabe decir que la apuesta contra el banco objeto de OPA ha durado solo unas horas: tras sendos golpes en la bolsa el pasado lunes, tanto BBVA como Sabadell han vuelto al color verde en el parquet madrileño este martes, con escaladas prácticamente paralelas, del 1% y el 0,9%, respectivamente. Con este rendimiento, la prima -positiva, por primera vez desde enero- es del 3%, muy lejos de las plusvalías que exigían tanto el consejo de administración sabadellense como los accionistas del banco, más próximas al 40%.

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