El presidente del BBVA, Carlos Torres, continúa su particular gira mediática para imponer su relato de cara a la aceptación de la OPA sobre el Banc Sabadell. En una entrevista en el programa Más de uno, de Onda Cero, el dirigente ha intentado alarmar a los inversores sabadellenses con la correlación entre las acciones de las dos entidades implicadas. Según Torres, el actual precio de los títulos del Sabadell, cerca de los 3,31 euros, responde a los «juegos del mercado» de inversores «especuladores» que presionan por una mejora de la oferta. En este sentido, ha mantenido la versión oficial de su hoja de ruta: no se moverán del intercambio actual, que propone una acción de la compañía resultante de la fusión y 70 céntimos a cambio de 5,5438 de las ordinarias del banco vallesano.
Torres, de esta manera, mantiene su posición inicial a pesar del aumento de la prima negativa -la brecha entre la valoración que hacen del Sabadell y su precio en el mercado-. Con cifras del cierre de la sesión del martes, la ecuación que recoge la OPA del BBVA infravalora al Sabadell en más de un 9,1%, es decir, en unos 1.500 millones de euros. A pesar de la pérdida que supondría la operación para los accionistas, el presidente mantiene que «la oferta es enormemente atractiva y no vemos ninguna razón para cambiarla». En la misma conversación, de hecho, ha enmendado al CEO del banco catalán, César González-Bueno, quien declaró el martes, en una jornada de inversión del banco británico Barclays, que «es de sentido común que esta no sea la última oferta del BBVA». «No tenemos ninguna intención de hacer otra, pero el mercado especula que puede ser», ha rematado.
En este mismo sentido, ha alertado a los supuestos «especuladores» que se mantienen en el capital del Sabadell que una venta en el mercado abierto sería mucho menos provechosa que acudir a la OPA. «No todos pueden vender al precio que aparece en la pantalla: si los primeros venden, el precio colapsaría; porque obedece al juego de los que están esperando menos», ha sentenciado, en línea con la beligerancia que mantiene su directiva desde el pasado viernes, tras la luz verde de la CNMV. Visto este obstáculo, pues, Torres espera que el próximo 29 de octubre, cuando se cumpla el plazo que otorga la legislación estadounidense para variar las condiciones de la OPA sin novedades, el precio de los derechos de voto del Sabadell se desplome. «Una vez la especulación ya no vaya a más, el juego desaparecerá y convergerán los dos precios», augura.

Sin 30%
Por otro lado, el presidente del banco vasco también ha rechazado la rebaja del umbral de éxito de la OPA con la que ha especulado el mercado en las últimas jornadas. El regulador bursátil estadounidense, cabe recordar, comunicó al BBVA la madrugada del jueves al viernes el permiso para aplicar la legislación española en la renuncia al objetivo del 50% de los derechos de voto, que marca el destino de la oferta, si supera el 30% de adhesiones. Aun así, Torres ha reiterado que la condición de la mitad más uno «está ahí por un motivo». «Es la que nos garantiza el control del Sabadell y, si no llegamos, la OPA se declara fallida», explica.
El escenario aparece en el folleto, pues, por requisito del regulador, que quiere ver en el documento -de más de 140 páginas- todas las posibilidades que contempla el decreto español de OPAs. Así, se contempla esta palanca, que exigiría una posterior segunda oferta obligatoria por el resto del capital no adquirido en la primera; en este caso, completamente en metálico. En caso de que se activara esta alternativa, el precio de la OPA subsiguiente sería el mismo que el que plantea ahora el BBVA, solo traduciendo las acciones del intercambio por efectivo.