Las compañías emergentes se han caracterizado siempre por la suya base tecnológica. Quien más quien menos relaciona las start-ups con esta idea de empresa futurista que resuelve problemas que hasta el momento no se habían ni planteado. La realidad del crecimiento exponencial de las start-ups siempre ha sido la gran inversión privada que ha habido detrás. Actualmente, pero, con el contexto de incertidumbre económica mundial que se ha sufrido en los últimos años, los inversores han empezado a valorar otros aspectos de estas compañías. Después de este viraje -donde muchas empresas se quedaron sin fondos- la tendencia apunta hacia un renovado perfil de inversores, más preocupado por las ganancias empresariales que para ser lo primero a hacer algo. Las empresas con un proyecto sostenible y con posibilidad de implementar herramientas como la inteligencia artificial se llevan el primer premio de la inversión. Seguidas de cerca, pero, de aquellas compañías que, sin tener una base necesariamente tecnológica, suplen necesidades básicas de la ciudadanía.
«El componente sostenible está muy bien valorado», explica Rat Gasol, inversora, emprendedora y experta en start-ups. Para Gasol, la situación actual no ha cambiado mucho otras épocas, pero las tendencias inversoras sí, y por tanto es evidente que los esfuerzos de las empresas van destinados a sector más atractivo. Ahora bien, este viraje no va ligado a la naturaleza de la compañía sino más bien a las herramientas que utiliza para llegar a su objetivo, por ejemplo, una empresa de computación cuántica para automatizar procesos podría ser igual de relevante que una compañía del sector servicios que implementa la inteligencia artificial para mejorar la atención al cliente. Sin embargo, la experta también remarca que últimamente todas buscan el mismo resultado: la sostenibilidad. El mismo opina Jordi Aguasca, director de innovación y transformación tecnológica de Acción, quien reconoce la sostenibilidad y la IA «son los sectores donde los fondos de inversión se están fijando cada vez más».
Esta nueva mirada sostenible en el mundo de las empresas emergentes no es una decisión al azar. De hecho, Aguasca reconoce que el énfasis que ha puesto la Unión Europea en cuidar el medio ambiente como clave para el sector. En este sentido, los fondos europeos -también muy encarados a solucionar problemas a través de hacer la vida más sostenible- también han jugado un papel fundamental en el nuevo factor a lograr de las empresas emergentes: «No hay un sector de éxito», remarca el director de innovación y transformación tecnológica de Acción, a pesar de que asegura que «apostar por la sostenibilidad es la prioridad de Europa. Precisamente esta premisa tan abierta, tal como comenta Gasol, es también una de las razones por las cuales las empresas emergentes actuales son más heterogéneas, puesto que en palabras de la experta, «no se trata solo de facturar, sino de aportar valor utilizando la tecnología». Así pues, las empresas triunfadoras de antes tenían una base tecnológica muy marcada e incluso se podría afirmar que buscaban aportar el máximo de recursos tecnológicos posibles. Hoy por hoy, el objetivo principal es implementar estas herramientas de forma que la empresa y sus servicios sean mucho más sostenibles.
A pesar de que la tecnología haya quedado en un segundo plan, se encuentra muy presente todavía en las rondas de inversión, sobre todo en el sector público catalán. Aguasca confirma que desde Acción apuestan claramente por el

Un espacio para las tendencias olvidadas
No es ningún secreto que la tendencia general de las start-ups ha ido cambiando con los años. En este sentido, varias veces se ha puesto una tecnología nueva sobre la mesa como si fuera la nueva meca empresarial. Martí, del Tech Barcelona, recuerda como la tecnología
Gasol asegura que las tendencias actuales no se encuentran dentro de este grupo, a pesar de que coincide en cierto modo con Martí y reconoce que algunos de estas vertientes han quedado escondidos bajo nuevos parámetros. «Todos los expertos remarcan que el metaverso volverá, pero de momento parece que se hubiera perdido», dice la experta e inversora en start-ups. La inteligencia artificial, pero, «ha venido para quedarse», dice Gasol, quien añade que esta herramienta «será muy útil en los próximos años».
Las claves del éxito empresarial
Si bien es cierto que un buen proyecto puede hacer que una empresa llegue muy lejos, no es todo el que se necesita. Nadie tiene la receta mágica por el éxito empresarial, pero los expertos aseguran que hay claves muy importantes que no se pueden pasar por alto en la hora de construir una compañía. Para Aguasca, tener un buen producto y un mercado dispuesto a comprarlo son imprescindibles, pero también la diversidad del equipo. «Tener una plantilla con diferentes puntos de vista y personalidades aporta nuevas miradas a la empresa, y esto siempre es positivo», enumera el experto de Acción. Por otro lado, Gasol también asegura que hace falta talento para tener buenas ideas y reitera que «las empresas con un mensaje son las que realmente triunfan». En lo referente al sector, pero, ambos expertos reconocen que «no hay ninguno que lidere», sino que en lo alto puede llegar prácticamente cualquiera con un buen equipo y un buen proyecto.
Sin embargo, el viraje de la inversión es innegable y dónde antes prácticamente se regalaban el dinero para crear una empresa, ahora se cuenta cada euro como si fuera el último. Es por eso que la inversora, emprendedora y experta en start-ups argumenta que «hay que tener una estructura financiera clara y dirigida hacia un propósito», en otras palabras, las empresas necesitan un plan para facturar y demostrar que son rentables. El mismo piensa Aguasca que remarca que «el modelo de financiación es muy importado», puesto que las empresas «necesitan un crecimiento sostenido, pero acelerado», recuerda el experto. En definitiva, el triunfo de las empresas no siempre va ligado a su naturaleza y tampoco a las tendencias que marcan los inversores. Al fin y al cabo, los expertos aseguran que aquello que hace que una empresa tenga éxito, es el valor que aporta.