Silence no empezará la producción de vehículos la fecha que había acordado. La empresa ha comunicado a los antiguos trabajadores de Nissan -que estaban esperando ser recolocados y empezar con el trabajo después de dos años de espera– que presentará un Expediente de Regulación Temporal de Ocupación (ERTE) hasta el 30 de junio. Los sindicatos han asegurado que la empresa ha culpado a un problema con el stock y, por lo tanto, se ven en la obligación de reducir la carga de trabajo y no hay cabida por a todos los trabajadores.
En sus comunicaciones con los trabajadores, la compañía que dirige Carlos Sotelo ha defendido que el proyecto no corre peligro, simplemente habrá un retraso en el inicio de su producción. Aun así, pero, los sindicatos se han mostrado preocupados por la situación y se ha querido avanzar y pedir un plan industrial concreto donde se garantice el futuro del proyecto. De hecho, como que Silence es una de las empresas que tiene que sustituir el fabricante de Nissan que decidió abandonar Cataluña en 2021 y deja sus trabajadores sin trabajo, hay recelos con la empresa sobre la gestión de la producción y la conserva de los puestos de trabajo de los empleados.

600 personas formadas pero sin futuro asegurado
Silence fue el único de los nuevos ocupantes de los terrenos de la Zona franca que estuvo cerca de cumplir los compromisos de contratación con cerca de 100 personas trabajando a la planta para fabricar motos y baterías a finales de 2023. El espacio que ocupa Silence, pero, es muy pequeño en comparación con el del Hub Tech Factory –liderado por QEV y Btech–, que todavía no ha anunciado acuerdos concretos con clientes para empezar la producción. En este sentido, hay alrededor de 600 trabajadores que ya han vuelto a las instalaciones de la planta de Zona franca y Montcada i Reixac, pero solo para hacer una formación financiada por el Govern. En términos concretos, Silence era la única empresa que aseguraba un inicio de la producción a principios de este año, una situación que ahora ya no se cumplirá.